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“Para o ano hai zonas que poden perder as colmeas"

Los apicultores, mermados por la avispa, prevén un 2019 "aínda peor"

Las pérdidas en la cosecha de miel están siendo cuantiosas, como así lo ponen de manifiesto los distintos productores, que lo atribuyen, entre otras causas, a la aparición de la velutina, que, en ocasiones, acaba con la mitad de las abejas. No solo ahí se nota la pérdida de producción, sino que los cuidados aumentan y hay que gastar en trampas para frenar a esta especie invasora.  

"Isto é un desastre e o ano que vén vai ser peor, parece que o inverno calma, pero agora terían que estar xa hibernando e aínda atopei algunha esta pasada semana levando ás abellas", dice la apicultora Susana González, de A Melería de Trasalba. 


Costes de defensa


Se defienden como pueden pero, por ejemplo, en esa zona de la ribera del Miño, que ya fue crítica el año pasado, vieron "quintuplicar" el número de nidos en 2018. "Os pequenos apicultores inda se van defendendo, pero canto lle custa a un que ten moitas?", se pregunta. 

Desde la Asociación Apícola Ourensá se están reinventando y han conseguido crear unas arpas más baratas de lo tradicional con un coste de entre 5 y 6 euros con un caballete de madera, cinta americana, y alambre de las propias colmenas. "Con uns 150 euros pódese cubrir a temporada para os que teñen entre 25 ou 40 colmeas", señala el presidente de la asociación, Francisco González. 

Entre la velutina y las condiciones meteorológicas, especialmente las lluvias de mayo que mermaron la producción de silva y melato, se perdió más de la mitad de cosecha de un año normal. "Se normalmente colliamos 20 kilos de mel por colmea, este ano estanse recollendo en torno a 8 kilos", explica Francisco González. 

Las abejas "non se atreven a saír das colmeas mentres andan as velutinas pululando pola zona", explica a su vez la productora de Trasalba, que muestra la "gran preocupación" entre el colectivo. 

Se han salvado un poco de la fuerte caída la zona de la alta montaña en Trevinca,  una parte de la Baixa Limia y la zona más al norte de la provincia, entre O Irixo y Cea,.

Lo que tienen claro los apicultores es que la velutina ya ha llegado para quedarse y que hay que ponerse manos a la obra para hacerle frente. Susuana González dice que "había que pedirlle máis implicación á Administración". 

En A Veiga, en Pena Trevinca, la asociación ya ha constatado que "chegou algún exemplar de velutina". Si bien llegan poco a poco, porque no son sus condiciones idóneas, son capaces de adaptarse a esas condiciones y quedarse. Por eso todos han de estar preparados. "Se para o ano non se preparan os apicultores, en zonas das ribeiras do Avia e do Miño non vai quedar ningunha colmea", advierte Francisco González. 


Cada vez más cerca


Los nidos aparecen cada vez en sitios más cercanos a las colmenas. Recientemente, indican en la Melería de Trasalba, tuvieron que retirar una  del propio Pazo Otero Pedrayo; al lado de sus instalaciones.

Otra de las zonas de proliferación son Cartelle, A Merca y Gomesende. Algunos de los socios de la asociación de apicultores advierten de que, por ejemplo, con las arpas de una explotación de A Merca contaron "190 velutinas caídas nunha trampa". En Gomesende, otro productor advirtió de la aparición de un nido recientemente "ao lado das colmeas". 

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