DISEÑO URBANÍSTICO

Los arquitectos, contra el proyecto de nueva sede de la Hidrográfica

El organismo de cuenca ya pidió permiso para iniciar las obras de unas instalaciones más modestas, ajenas al "proyecto singular" inicial 

La sede que ha elegido la Confederación Hidrográfica Miño Sil para construir en la ciudad de As Burgas no gusta a los arquitectos, que defienden el diseño que ganó el concurso de ideas promovido en 2011 por su valor "singular" y su carácter emblemático". La Hidrográfica decidió prescindir de aquel anteproyecto ganador y construir una sede más modesta porque, dice, se adapta mejor a sus necesidades y es más barata.

El Colegio de Arquitectos de Galicia, su delegación en Ourense y la entidad profesional de León intentaron convencer a los responsables del organismo de cuenca, que dirige Francisco Marín, pero fue en vano. Por ello, y al conocer que la Confederación presentó en el Concello de Ourense la solicitud de licencia para comenzar las obras, han hecho público un comunicado en el que manifiestan su disconformidad con el proyecto de sede que pretende construir en las inmediaciones del Puente del Milenio.

Recuerdan los arquitectos que el proyecto de sede, por lo menos de la elegida inicialmente, data de un convenio de 2011 que buscaba, no sólo el suelo donde construir (lo dio gratuitamente el Concello tras pagar por la expropiación 700.000 euros), sino que el edificio fuese un "hito de excelencia urbanística". Por eso se planteó un concurso de ideas, quedando en primer lugar el anteproyecto "Illa na corriente". Pero el anuncio de un nuevo proyecto en octubre provocó esas conversaciones con la Hidrográfica, con la mediación del Concello, comprobando, dicen los arquitectos, que hay "falta de voluntad" por parte de la Confederación. Por ello, pidió apoyo en las autoridades autonómicas de su ámbito y planteó el problema al Colegio de León; y los colectivos profesionales enviaron la queja a la ministra de Medio Ambiente.

Porque, señalan, el nuevo proyecto nada tiene que ver con el que ganó entre 106 diseños que concursaron, se ajustaba a la normativa, podría adaptarse a las necesidades del organismo y "primaba su carácter simbólico de entrada a la ciudad y su importante papel transformador de la trama urbana". El de ahora, dicen, olvida, entre otras cosas, "lo más importante para Ourense, el objetivo de reordenar todo el conjunto para hacer ciudad", y no garantiza que vaya a ser un "proyecto singular", como se pretendía.

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