El padrón reduce los ingresos iniciales previstos a unos 31,1 millones
El Concello de Ourense acaba de poner en marcha la campaña del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) Urbano, el principal sustento de las arcas municipales cada año, que en el ejercicio actual llega con la novedad de la rebaja del 10% pactada entre PP y DO en el tipo de gravamen, lo que provoca que los ingresos iniciales previstos se reduzcan hasta los 31,1 millones, cuando en los años pasados se superaban los 33.
Según los datos facilitados por el órgano de Gestión Tributaria, el Concello ha emitido un total de 135.732 recibos, de los cuales 5.083 están exentos. Se trata de los inmuebles propiedad del Estado, de la Iglesia Católica o de Cruz Roja, entre otros.
El calendario fiscal establecido por el Concello fija que los contribuyentes tendrán dos meses para realizar su correspondiente de pago de manera voluntaria. De no hacerlo, la administración buscaría cobrar por la vía ejecutiva.
Los ingresos previstos se verán incrementados, por su parte, una vez que finalice el procedimiento de regularización catastral, que según un informe elaborado por el jefe del órgano de Gestión Tributaria incrementará la recaudación en alrededor de 1,5 millones, que se consolidarán en los años siguientes.
El acuerdo entre PP y DO fija una nueva bajada del 10% en el tipo de gravamen para el 2019.
Veladores
En paralelo a la campaña del IBI urbano, el Concello pone también en marcha la maquinaria para cobrar, en el mismo período, el IBI rústico, que apenas supone una inyección de 47.000 euros, y de la tasa por utilización de la vía pública para colocar los veladores (terrazas) de hostelería.
El padrón elaborado por Gestión Tributaria apenas difiere de años anteriores, emitiéndose un total de 362 recibos con los que el Concello pretende ingresar 141.945 euros.
