TRIBUNALES

Asaltaron a un octogenario con la excusa de revisar el gas

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photo_camera Los dos inculpados, Xoán Fraga y José César Fernández, ayer en el Juzgado de lo Penal 2.

Los dos inculpados reconocieron los hechos ocurridos en agosto de 2014 en un pueblo de A Bola

A Manuel F.A. (87 años) la revisión del gas en su casa le salió cara. Los dos individuos que se hicieron pasar por inspectores de Repsol no solo no le cambiaron el cabezal y la goma de butano, tal como se habían comprometido, sino que le arrebataron de forma violenta los 650 euros que había retirado horas antes, en la mañana del 1 de agosto de 2014, de una sucursal de Ourense. Este vecino de Castro, en A Bola, fue víctima de los llamados "delitos del gas" que se traducen mayoritariamente en estafas y, en menor medida, robos violentos o hurtos.

Los dos falsos revisores, Xoán Fraga y José César Fernández, fueron juzgados ayer en el Penal 2 por robo con violencia e intimidación y reconocieron los hechos que les imputó el ministerio fiscal, aceptando un año de cárcel cada uno. De hecho, el primero de ellos ya estuvo en prisión provisional desde el 2 de agosto de 2014 hasta el 9 de abril de 2015.

Los dos inculpados, tal como reconocieron, aguardaron a que Manuel F.A. regresara a casa, a las 14,45 horas, para proponerle revisar la instalación del gas de su vivienda. Para ello, le pidieron 211 euros por adelantado con el pretexto de que ellos sólo eran inspectores y la mano de obra no corría por su cuenta. Posteriormente, el oficial vendría a cambiarle la goma y el cabezal de la bombona de butano. Y hasta hubo tira y afloja entre cliente y trabajadores con rango sobre si el servicio debía facturarse con o sin IVA.

La pantomima se destapó en el momento en que la víctima iba a entregarles tres billetes de 50 euros. Fraga le recriminó que sólo eran tres y se abalanzó sobre él para arrebatarle ese dinero y apoderarse de una funda plástico que llevaba en el bolsillo de la chaqueta con 580 euros más. Acto seguido, se subió al vehículo en el que ya estaba José César Fernández para darse a la fuga en un coche de alquiler, cuya matrícula fue vista por vecinos del lugar.

Precisamente, la Guardia Civil llegó hasta los asaltantes siguiendo el rastro de ese automóvil, que había sido alquilado por la tía de unos de los inculpados. Los investigadores ahondaron en el entorno de la mujer en busca de pistas con olor a gas. No tardaron en hallarlas porque Xoán Fraga ya había sido identificado en Ordes (A Coruña) por dedicarse a realizar trabajos de instalación y mantenimiento de gas sin la autorización necesaria. 

Las llamadas estafas del gas 

El vecino de Castro fue una de las víctimas de las "estafas del gas". Según la Guardia Civil, los autores se presentan como supuestos revisores o comerciales, utilizando diferentes denominaciones  dependiendo de la zona  geográfica en la que actúan.  Eurogás SL, Breogás o Reysol Gas son algunas de las principales.

El fin perseguido por los supuestos "empleados" de estas empresas es el mismo: mediante engaño, o en alguna ocasión también con amenazas, consiguen que las víctimas les paguen cantidades desorbitadas de dinero por una revisión de las instalación del gas. Generalmente, entre 100 y 300 euros. En ocasiones, tan siquiera se revisa la instalación y, en caso de llevarse a efecto, no tiene validez alguna ya que carecen de la pertinente habilitación legal para la prestación del servicio ofertado. Esta cobertura les permite cometer otro tipo de acciones  ilícitas: hurtos o robos violentos en las casas a las que se les ha dejado entrar de buena fe. 

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