Son días de comilonas familiares, de encontrarse con los amigos y de disfrutar en buena compañía. Para aquellos que están lejos y pueden volver, se convierten en unas fechas todavía
más especiales.
Si el turrón vuelve a casa por Navidad, los ourensanos no quieren ser menos. Las puertas de, cada vez, más casas ourensanas se abren estos días para recoger a sus nuevos emigrados, los que se han ido para buscarse un futuro mejor, o distinto, fuera. En muchos casos, una consecuencia de la falta de oportunidades en la "terriña", tal y como explican estos trece jóvenes.
Volver a casa para celebrar las fiestas es, en muchos casos, el momento del año en el que, sí o sí, hay que regresar. Aunque sean tres días, aunque los vuelos sean carísimos, aunque haya que buscarse tres "blablacar" hasta llegar a Ourense. La Navidad es innegociable, no tanto por su tradición religiosa, sino por su nuevo significado. "Me gusta porque son días de ver a todo el mundo, familiares y amigos, no por nada más", explica Paula González, que reside en Londres. Entre los entrevistados, los abuelos se llevan la medalla de oro como los parientes más queridos: "Me encanta la Navidad porque paso tiempo con mis cuatro abuelos, que los echo un montón de menos, y estar todos juntos en casa me gusta mucho", dice Antón Fernández, que también vive en la capital inglesa. Adrián Outeiriño, desde Madrid, comparte: "Lo que más echo de menos es a mi familia, en especial, a mis abuelos". Y además de los seres queridos, la gastronomía y el estilo de vida ourensano también se echan de menos en la emigración. "Debezo de ganas de botar tempo comendo callos e bebendo viños nos Viños", comenta Javier Feijoo, desde Belfast. Para Alejandro Barros, que vive en Colonia, está claro: "A comida en Alemania non é mala, pero carallo, un bo cocido só o hai alá". Y, cómo no, el licor café también forma parte de la lista de cosas que hacer al poner un pie en la provincia, así como las calles de Os Viños.
A disfrutar de casa toca estos días, hasta que haya que hacer la maleta de vuelta y meter la morriña entre los jerséis.
Los ourensanos que vuelven por Navidad
Paula González: desde Londres, en avión: "Volveré dormir en mi cama y con persianas"
Paula González (1993) vive en Londres desde hace unos meses, pero lleva en Inglaterra tres años como enfermera. "Trabajo el 24 en el hospital, así que voy después, del 30 al 6 de enero, porque no puedo cogerme Nochebuena y también Fin de Año", explica. Estas fechas son para ella un momento de encontrarse con familiares y amistades, pasear por la ciudad y disfrutar del ambiente navideño. "Lo que más me gusta es volver y dormir en mi cama, y con persianas, ¡es importante!".
Javier Feijóo: desde Belfast, en avión: "Ao estar fóra desfruto moito máis destas datas de celebración"
" Noutras épocas do ano non é sinxelo que moita xente coincida nas súas vacacións, pero case todo o mundo volve a casa polo Nadal", dice Javier Feijoo (1989). El joven, que vive en Belfast, reconoce que estas fechas son muy importantes para él: "Ao estar fóra desfruto moito máis destas datas, porque teño a posibilidade de estar coa familia e cos amigos". " Do primeiro que hei facer é ir ata Xinzo e descolgar media ducia de chourizos da lareira, porque a matanza xa foi e non puiden vir", añade.
Álvaro García, desde Granada, en coche: "Desconecto teléfono y ordenador para salir de la rutina"
Álvaro García (1989) forma parte del cuerpo técnico del Granada C.F. "Desde que empezamos la pretemporada a principios de julio no volví a casa", comenta. García viajará a Ourense el 22, después de un partido en Tenerife. "Este año tengo muchas ganas de ver a la familia, especialmente de ver a la hija de mi prima, que acaba de nacer", dice. "Intento desconectar, atender lo menos posible al teléfono y ordenador para salir de la rutina y evitar, en lo que se pueda, hablar de fútbol", bromea.
Adrián Outeiriño, desde Madrid, en coche: "Echo en falta quedar de imprevisto con mis amigos, sin planearlo"
Adrián Outeiriño (1993) vive en estos momentos en Madrid, aunque este año residió dos meses en Shanghai. "Lo que más echo de menos es a mi familia, en especial a mis abuelos", dice. Además, los amigos. "Echo de menos quedar de imprevisto sin tener que reservar con mil días de antelación para ir a cenar, simplemente salir a la calle y meterte en un bar de tapas", explica. "Además del precio, que comparado con Madrid... Y ni hablar de cuando vivía en Toronto", señala.
Cora Pérez, desde Miami, en avión: "Extraño a mi gente, la Red Vintage y la sanidad pública"
"Vuelvo a casa, seguro seguro, una vez al año, siempre por Navidad", reconoce Cora Pérez (1988). Reside en Miami desde hace dos años, y reconoce que lo que más echa de menos es "a mi gente, la Red Vintage y la sanidad pública". Llega a Ourense el 23 de diciembre, con ganas de estar "en casiña" y de "salir para tomarme una y volver a las tres de la mañana". "La Navidad siempre fue para mí sinónimo de estar rodeada de mi gente, ahora, al estar fuera, es todavía más importante", comparte.
Lucía Sánchez, desde Dublín, en avión: "Lo que más me gusta de la Navidad es que regreso a casa"
Lucía Sánchez (1972) se trasladó a la ciudad de Carlow, en Irlanda, en 2003 y regresa a la provincia dos veces al año: en septiembre -"en verano hace demasiado calor"- y en Navidad. Volver resulta una odisea: avión hasta Madrid y autobús hasta A Rúa. "La Navidad no es mi época preferida del año, pero tiene un aliciente, vuelvo a casa", comenta. "Me gusta relajarme, hacer un poco de deporte, pasar tiempo con mi madre, mi hermana, mis primos, mis amigos... ", añade. Estará en casa del 19 al 30.
Alejandro Barros, desde Colonia, en avión: "A festa non é mala, pero non ten nada que ver coa española"
"Pouco tempo vou estar, volvo o 28 e xa me veño o día 1", comenta Alejandro Barros (1993), quien pasará la Nochebuena trabajando en el hospital. "O que máis boto de menos, por suposto, á familia, ós amigos, a comida e saír de festa", reconoce. "Aquí a festa non é mala pero non ten nada que ver coa española", añade. Barros, que pasa su primera Navidad en Alemania, señala lo "bonito" de su tradición: "Solo en Colonia hai máis de 10 mercadiños navideños, impresionantes, preciosos".
Hugo Gónzalez, desde Francia, en avión: "No nos damos cuenta de que el tiempo que tenemos es limitado"
Hugo González (1993) intenta volver entre dos semanas y un mes cada año a Ourense desde que vive en Francia. "Lo que más echo de menos es la familia y a los amigos, la comida se da por hecho", comenta. Cuando vuelve, le gusta pasar tiempo con su gente y aprovechar las horas compartidas en estas fechas: "Cada vez vivimos más en un mundo virtual en el que consumimos horas y horas delante de una pantalla y no nos damos cuenta de que tenemos un tiempo limitado".
Antía Gómez, desde Belfast, en avión: "Las noches de tapeo en Vinos no pueden faltar cuando vuelvo"
"Se echa de menos un poco todo: el ambiente, la forma que tenemos de vivir, la forma de ser de la gente, aquí es todo completamente diferente", explica Antía Gómez (1991), que vive en Belfast.Pero lo que más echa de menos es a su familia y a sus amigos. "Y las croquetas", puntualiza. "Gracias a mi madre y a mi abuela me consiguen quitar todos los antojos que tengo de comida por un tiempo", explica. "Las noches de tapeo en Vinos tampoco faltan nunca", añade.
Pablo Pérez, desde Zaragoza, en coche: "Haces cosas que no haces a diario en el lugar en el que vives"
Pablo Pérez (1991) volverá, seguramente, el 29 de diciembre porque trabaja hasta entonces. "Cuando vuelvo lo asocio a estar de vacaciones, a poder hacer algo a cualquier hora con mis amigos, que también vuelven", comenta. "Haces cosas que no haces a diario en el lugar en el que vives", añade. "Lo que más echo de menos es a la gente, a mi pareja, a mis amigos, a la familia", comenta. Volverá en su coche con Blablacar, "porque si no es carísimo el viaje, la verdad".
Antón Fernández, desde Londres, en avión: "Celebro ahora mucho más la Navidad que antes"
"Yo me voy dos semanitas a casa, desde la mañana del 24 hasta el día 6", comenta Antón Fernández (1993). Este joven, que vive en Londres, intenta volver a menudo para chequear que todo marcha bien. "Echo de menos lo típico, la comida, el clima, conducir, porque aquí no conduzco nunca", explica. "Celebro la Navidad mucho más que antes y lo que más me gusta es estar con mis cuatro abuelos, que los echo un montón de menos", dice. Familia y amigos, su imprescindible en las fiestas.
Uxía Estévez, desde Barcelona, en avión: "Para min é moi importante volver nestas datas"
Uxía Estévez (1993) vive en Barcelona desde dos años y medio y reconoce que la Navidad, ahora, tiene un sabor diferente. "Sempre foi especial, pero agora é máis, porque significa tamén o rencontro cos amigos e ca familia, é moi importante voltar para min", comparte. Su visita será cortita: "Chego o 24 pola noite e marcho o 26 de volta a Barcelona, que alí é festivo". "En xaneiro poderei voltar catro días e pasarei Reis na casa, que é cando facemos chocolatada co avó", añade.
Borja Sanjuan, desde Uruguay, en avión: "Con este calor, el cuerpo no te pide turrón o polvorones"
"Llevo en Uruguay un año y dos meses, actualmente vivo en Montevideo", explica Borja Sanjuan (1989). "Se me hace raro vivir estas fechas en Uruguay, que ya empieza a hacer calor y el cuerpo no te pide turrón y polvorones y la ciudad no está engalanada", comenta. Llegará a Ourense el 22, hasta el 13 de enero. "Supone el reencuentro con amigos, familia y mi pareja, personas que te faltan en el día a día", dice. No faltará "pulpo á feira, beber un buen Ribeiro y salir a los Vinos a tapear".
