Cinco personas se sientan en el banquillo por la aparición de cadáveres procedentes de la perrera
Tras siete años y 2.000 folios de instrucción, los cinco acusados por el caso de la perrera de O Carballiño se sentaron en el banquillo del Penal 2 de Ourense en la primera jornada de un juicio que trata de esclarecer la muerte y aparición posterior en una fosa de un número indeterminado de perros que dependían de la perrera municipal.
Los acusados son la exconcejala de Medio Ambiente, Josefa Pérez Vázquez (PSOE), los empleados, José Manuel Carou y Carlos Vázquez, la técnico de Medio Ambiente, Mónica Feijóo, y un empleado municipal, José Antonio Hermida.
La asociación "Matar por Matar Non", que fue una de las denunciantes, pide tres años de cárcel y multa de 14 meses a 10 euros al día e inhabilitación, por un delito de maltrato animal y otro contra el medio ambiente. Amigos da Terra, la otra entidad que denunció, simplemente acusa de maltrato.
Durante el interrogatorio, todos los acusados coincidieron en que al día solían morir "uno, dos o ningún perro". En cambio la acusación ejercida por los denunciantes reiteró que en el período en el que el Concello asumió la gestión de la perrera (en enero del 2009) las muertes se multiplicaron por diez.
Los empleados dijeron que las muertes se producían a causa de las peleas que tenían los perros por las noches cuando no estaban ellos para separarlos. En cuanto a las fosas en las que aparecieron los cadáveres de los perros, la exconcejala aseguró que se usaron "hasta encontrar una empresa incineradora para los cadáveres"
En las preguntas a los agentes del Seprona, que emitieron un atestado en marzo del 2009 denunciando la existencia de la fosa, los agentes dijeron que había animales muertos con heridas sangrantes por violencia y cubiertos de cal. La defensa preguntó a varios testigos y policías si habían visto a alguno de los empleados maltratar a los animales y todos respondieron que no. El juicio seguirá durante el día de hoy.
