La fiscal había solicitado que ingresara en prisión dada la gravedad del hecho y sus antecedentes por delitos de tráfico
Un conductor, Bautista R.G., de 46 años y domicilio en la ciudad, se fue a una cafetería a pedir un botellín de agua tras atropellar a las 00,10 horas de ayer lunes a una mujer de 55 años, a la altura del número 72 de la calle Progreso. La víctima resultó herida grave y ayer permanecía en coma inducido en el servicio de Reanimación del CHUO.
El conductor dio positivo en alcohol (casi cuatro veces más de la tasa permitida) y, además, causó daños en cinco vehículos estacionados. Bautista R.G. prestó declaración en la mañana de ayer en el juzgado de guardia, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial y quedó en libertad, aunque investigado en la causa. De hecho, tendrá que personarse todos los lunes en el juzgado, en el que también depositó el carné de conducir. Esta es la tercera vez que las autoridades judiciales le retiran el permiso de conducir (lo recuperó el pasado mes de octubre) por ponerse al volante con más alcohol del permitido.
Bautista R.G. conducía un Mercedes por la calle Progreso (en la zona en que se produjo el accidente hay dos carriles y son de dirección única) hacía el centro de la ciudad. Según dio a conocer la Policía Local, a la altura del número 72, lo hacía por el carril de la izquierda y, por causas que se desconocen, se desplazó aún más hacia la izquierda, colisionando contra un vehículo y arrollando a su propietaria. Posteriormente, chocó contra otros cuatro automóviles y continuó la marcha unos cuantos metros, tras los que terminó estacionando. Acto seguido, entró en la cafetería y pidió un botellín de agua, según dijo a la jueza, porque estaba muy nervioso.
Al lugar, acudió la Policía Local y una ambulancia de Urgencias Médicas, cuyo personal, tras una primera asistencia a la lesionada, la trasladó al CHUO.
Mientras, los agentes locales localizaban al conductor en la cafetería (los camareros lo reconocieron) y procedían a su detención, aunque no si antes someterlo a la prueba de alcoholemia. En un primer test, arrojó 0,91 gramos de alcohol en litro de aire espirado, y en un segundo, 0,85. Su abogado, Manuel Rodríguez, recordó que el alcohol no influyó en la conducción porque no atropello a la mujer en un paso de peatones ni se saltó una regulación semafórica. "Circulaba de manera normal en una zona poco iluminada y se fue a la izquierda al irrumpir la peatón en la calzada", apuntó, añadiendo que se fue al bar a por agua porque estaba "muy nervioso" y tras comprobar que la víctima estaba acompañada por personas que pidieron auxilio, "no la dejó desatendida", dijo.
Según la Policía Local, la mujer estaba cerrando la puerta del copiloto de su coche, aunque en su informe no confirmaban de todo este extremo y continúan recabando datos entre los testigos para determinar el lugar exacto en que estaba la víctima.
La fiscal había solicitado su ingreso en prisión, argumentando que los hechos imputados en la causa conllevarían más de dos años de cárcel y que existe riesgo de reiteración delictiva a la vista de que el conductor investigado tiene antecedentes penales sin cancelar por delitos contra la seguridad vial.
Golpeó con el parabrisas y el lateral del automóvil
El siniestro congregó a numeroso público en la zona, alarmado por una mujer tirada sobre la calzada. El conductor, según pudo saber este periódico, la golpeó con el parabrisas, ocasionándole varias fracturas y politraumatismos en diferentes partes del cuerpo. La víctima permanecía ayer ingresada en el Servicio de Reanimación en estado grave.
Tras el atropello, con el lateral de su vehículo colisionó contra los otros cuatro coches que estaban estacionados a lo largo de la acera, causándole abolladuras en la chapa de la carrocería.
El siniestro encendió la alarma en la Policía Local, que en la actualidad tiene en marcha una campaña para prevenir los atropellos en la ciudad. En lo que va de año, dos personas fallecieron al ser arrolladas por un coche, una a la altura del puente de la carretera N-525 sobre la avenida de Marcelo Macías, en el límite entre los municipios de Ourense y Barbadás. La otra perdió la vida en la calle Nosa Señora da Saínza. Ambos se produjeron el pasado mes de marzo y desde entonces la Concejalía de Seguridad Ciudadana y colectivo sociales tienen en marcha campañas de prevención entre los peatones y los conductores para evitar este tipo de siniestros.
Además de las dos víctimas mortales, solo en los primeros tres meses del año se registraron otros nueve atropellos.
