Todavía queda un 20 por ciento del presupuesto pendiente y un año y un mes para ejecutarlo
Adif espera gastar 554 millones de euros de aquí a diciembre de 2019 entre Pedralba de la Pradería y la estación de Ourense en las obras que están todavía pendientes para que el AVE llegue a la ciudad. Representa un 20% del presupuesto en ese tramo final de la línea de alta velocidad, por lo que se espera que el ritmo de ejecución de obras sea todavía mayor que en los tres primeros trimestres del año, en que se destinaron 367 millones a la ejecución entre Zamora y Ourense, de los cuales 235 millones fueron destinados prácticamente a los subtramos de la provincia.
El ritmo de ejecución ha crecido de manera abrumador con respecto al que se mantenía hasta 2017. Ese aelerón fue posible gracias a la disponibilidad económica para afrontar el pago de las certificaciones de obra y al ritmo de trabajo llevado a cabo en los tajos, con turnos de 24 horas durante siete días a la semana en algunos de los subtramos para poder afrotar los plazos.
Según las cuentas que maneja el Adif, el coste total de la línea gallega, desde Olmedo, su punto de origen, hasta Ourense será de 5.131 millones de euros, de los cuales, 4.395 serán ejecutados antes del 31 de diciembre de 2019 y se corresponden con la traza hasta Taboadela, el ramal de conexión con la línea convencional, la adaptación de la línea convencional hasta la estación de Ourense y la remodelación de la playa de vías y andenes de la estación.
De esta cuantía, ya está ejecutado el 87%, 3.841 millones: 693 que costaron los 95 kilómetros del tramo Olmedo-Zamora y su conexión con el corredor Norte-Noroeste y el cambiador de Zamora; 911 millones que se estima el coste del tramo Zamora-Pedralba, de 110 kilómetros, incluido el cambiador de Lobeznos y 2.237 millones entre Pedralba y la estación de Ourense.
Pero las obras no terminarán con la llegada del AVE en pruebas a finales de 2019. Hay tres obras que se llevarán otros 736 millones, cuya conclusión se prevé para la primera mitad de la próxima década y son las siguientes: el acondicionamiento del túnel del Padornelo de la línea convencional, para que pueda convertirse en el tubo izquierdo de la línea del AVE al tiempo que atiende su servicio actual en la línea de ancho ibérico, cuyo coste se estima en 100 millones de euros. La variante exterior de Ourense, para la que están previstos 475 millones y las obras de la estación de Ourense que el Adif calcula en 161 millones de euros.
Así como para las obras actualmente en ejecución está todo el dinero consignado en los presupuestos, para esos 736 millones adicionales hay una estimación, una previsión, pero no las garantías de que se lleven a cabo en anualidades concretas de los futuros presupuestos del Estado, ya que. de momento son solo proyecto.
Ya es un paso más que otras obras de la red de alta velocidad sobre las que existe una definición teórica, pero todavía no se han redactado proyectos, como es el caso de la Variante de Cerdedo, para unir Ourense con Vigo o la salida sur de su estación.
Las cifras invertidas o en fase de ejecución nos desvelan, por ejemplo, el grado de complejidad al que se enfrenta el trazado cuando llega a la provincia de Ourense. En el primer tramo de la línea gallega, de 95 kilómetros entre Olmedo y Zamora, incluyendo el cambiador de ancho, el coste fue de 7,3 millones de euros por kilómetro recorrido. Entre Zamora y Pedralba, la cifra se elevó un poco más 8,28 millones por kilómetro, entre otras razones porque aparecen los primeros túneles y existen algunos viaductos relevantes. Con ello, también se pone de manifiesto que el ahorro de trazar el Olmedo Zamora con vía única ahorró el chocolate del loro.
Las cifras se disparan al cruzar el Padornelo, con 26,60 millones por kilómetro recorrido, convirtiéndose así en la línea de alta velocidad más cara de las construidas en España hasta la fecha, y una de las más caras de Europa.
475 millones de euros para la variante exterior
La variante exterior, con 17 kilómetros tiene un presupuesto de estimado de 475 millones de euros, será uno de los tramos más caros: casi 28 millones por kilómetro. A esta cifra hay que sumarle el coste de la solución provisional por Taboadela, 104 millones de euros, que Adif habria ahorrado de haber agilizado la tramitación de la variante.
