Los 19 años de prisión los redujo a cinco porque el incendio no fue grave, según la Policia Científica
Luis González (49 años) abandonó el edificio de la Audiencia, en donde fue juzgado durante los dos últimos días por maltratar, acceder sin permiso al piso de su exmujer e incendiarlo, moderadamente satisfecho: "Saliume moi ben a cousa", aseguró nada más enfilar la calle.
La petición de 19 años de prisión que reclamaba inicialmente el fiscal, a la que se sumó la acusación particular, quedó en cinco. El ministerio público sostenía que el incendio intencionado en la vivienda de la víctima y sus dos hijas había sido grave en tanto que peligró la integridad y vida de las personas, pero la Policía Científica corroboró en la vista oral que no hubo riesgo de propagación. La casa estaba cerrada y no había oxígeno suficiente para que las llamas se extendieran.
Por esta razón, el fiscal bajó la pena por el delito de incendio -lo redujo a daños- que vinculó al allanamiento de morada (concurso medial) hasta dejarla en tres años de prisión, a los que sumó otros dos por maltrato habitual.
El fiscal de Violencia de Género, Julián Pardinas, destacó las manifestaciones "tajantes" de la exesposa del inculpado y sus hijas a la hora de imputarle los malos tratos habituales en los 22 años de matrimonio. Definió al procesado, rememorando las palabras de las tres testigos, "como un hombre violento, con un sentido patrimonialista del matrimonio".
En este sentido, ejemplificó esa radiografía rescatando una frase que dijo Luis González en el juicio: "Si é a miña muller tería dereito a tocarlle o cu". Según su experiencia, la denunciante responde al perfil de mujer víctima de la violencia de género que no denuncia por "vergüenza a que se conozca lo que ocurre en la intimidad del hogar y por temor a perder la vida por el carácter violento del agresor".
En cuanto al allanamiento y el incendio, aunque no existe prueba directa se preguntó en voz alta: "¿Quién tenía interés en destrozar la vivienda?".
La letrada de la acusación particular interpreta ese último delito en el ánimo del inculpado de "atormentar a la víctima" por su decisión de no regresar tras irse de la casa conyugal. Reclamó también 15.000 euros en concepto de indemnización por daños morales y materiales.
La defensa alega indefensión
La defensa no reconoce ninguno de los delitos imputados. En cuanto a los malos tratos habituales, planteó la indefensión que le provocó el escrito de acusación del fiscal al no concretar los episodios de violencia psíquica y física en los 22 años de convivencia de los que habla de forma genérica . En este sentido, mencionó una sentencia absolutoria del Penal 2 por esta misma razón. "El fiscal recoge unos hechos nimios en comparación con lo dicho en el juicio oral", esgrimió Jorge Temes.
Para el letrado, el testimonio de la denunciante "es poco fiable" por las "incongruencias" y "alteraciones" entre hechos relatados en instrucción y durante la vista oral. A su entender, las manifestaciones de la exmujer y las dos hijas (ambas hablaron del carácter violento de su padre) no son suficientes porque "no hay rastro de denuncias ni partes de lesiones, ni confidencias a otras personas".
En cuanto al incendio, proclamó la presunción de inocencia. Dice que hay vecinos que sitúan a Luis en Cortegada la mañana del 2 de marzo de 2016 entre la 08,00 y las 09,00 horas.
