El presidente de la Diputación con el PP fue proclamado candidato a la reelección, en un acto
multitudinario desarrollado en Celanova e inédito, como él mismo recalcó, en el ámbito nacional
Más de medio millar de personas, entre alcaldes, concejales y militantes del PP proclamaron y aplaudieron a Manuel Baltar Blanco como candidato a la presidencia de la Diputación, en un acto desarrollado en el Auditorio Ilduara de Celanova, donde el aspirante a la reelección reivindicó nuevamente la elección directa del máximo responsable de la Diputación, con una urna aparte el mismo día de las elecciones municipales, pero en el que, sobre todo, exhibió su "pasión" por Ourense. Porque, dijo , "a miña máxima é crer en Ourense, teño unha visión integral da provincia e sinto pasión por Ourense e pola política". A su lado, en la primera fila del salón de actos, su esposa, María Caldelas; candidatos y cargos del PP y personajes como Francisco Marín, presidente de la Hidrográfica; Alejandro Rubín, gerente de Expourense, o el presidente del consello regulador de O Ribeiro, Miguel Angel Viso.
Manuel Baltar, que delegó la explicación del grueso de su programa para los cuatro próximos años en un vídeo desde donde militantes y cargos destacaban las claves de esa acción de gobierno, agradeció a los presentes su presencia en Celanova porque "sen vós, non sería posible o PP nin ese Ourense que todos queremos; sodes a forza que necesita a provincia". En una intervención sin atril -sustituida deliberadamente por una mesa alta donde depositó el programa- y recorriendo el escenario micrófono en mano, el actual presidente de la Diputación y del PP en la provincia tuvo palabras de recuerdo para los emigrantes -que no podrán votar ya en estas municipales-, para sus padres José Luis y Alicia -"auténticos servidores públicos"- y para recordar que la institución que preside, y Ourense, han vuelto a ser referentes a nivel nacional, porque es la primera vez que se produce un acto de proclamación de un candidato a dirigir la Diputación. No ocurre así, precisó, en las demás provincias pero tampoco con los demás partidos porque nadie sabe "quen é o candidato do PSOE nin do BNG"; por ello, el voto al PP será "doblemente útil", según sus palabras, y valdrá para gobernar "desde el minuto uno".
Pero fue Ourense la palabra más pronunciada, el nombre de la tierra "de traballadores, de creatividade e de emigración", la que centró la mayor parte de su intervención. Al fin y al cabo, precisó, si un cuadro que del 1600 del ourensano Antonio Puga está colgado en el Hermitage; si un macedano, Joao de Novoa, descubrió la isla de Santa Elena (donde murió Napoléon) o si de Gundiás salió Eduardo Barreiros, por ejemplo, "é que hai algo, hai creatividade, inxenio, ésta é a terra da chispa e eso hai que reivindicalo". Y el candidato, que hizo un somero recorrido por su trayectoria, de lo que más orgulloso se siente es "de ter orixe ourensán". Después, aplausos con el público en pie y entonando el himno de Ourense, del que todos tenían una copia de la letra porque un militante entregaba, a la entrada del Auditorio, una tarjeta a cada asistente con la estrofa de la canción, "Ourense no solpor".
Antes de hablar el proclamado candidato lo hicieron el alcalde de Celanova, José Luis Ferro; la parlamentaria Cristina Romero; el secretario de organización del PPdeOU, Pablo Pérez, Jorge Pumar y, Rosendo Fernández, al que elogiaría después el propio presidente calificándolo de persona "imprescindible" en su futuro gobierno provincial. Todos ellos glosaron los logros del candidato al modernizar la institución, su capacidad de trabajo para conseguir sucesivos triunfos electorales, su espíritu de líder y el desarrollo de una gestión política donde "asume compromisos e os cumple".
