demografía

Baltar sitúa a Ourense como espejo de la Europa de 2050

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photo_camera Manuel Baltar, Francisco Reyes, Ángeles Armisén, Javier Moliner y Miguel Gracia.

El presidente de la Diputación y de Partenalia defendió en el III Congreso sobre despoblación rural el papel "esencial" de los entes provinciales y pidió más fondos para combatir el declive demográfico

La batalla contra el declive demográfico se ganará considerando como "aliados" al envejecimiento y el desarrollo. Así lo puso de manifiesto ayer el presidente de la Diputación de Ourense y Partenalia, Manuel Baltar, en la jornada de cierre del Congreso sobre Despoblación Rural que se celebró en Aguilar de Campoo (Palencia), en la que defendió que el marco financiero 2021-2027 de la Unión Europea "aumente los fondos para el desarrollo de proyectos contra la despoblación".

Baltar participó en una mesa redonda junto a los presidentes provinciales de Huesca, Castellón, Jaén y Palencia, y todos coincidieron en destacar el papel "protagonista y esencial" de estas instituciones como freno a la sangría demográfica. La clave está en "prestar servicios que no dependan ni de la edad ni del número de habitantes, sino de la eficacia y la calidad", apuntó.


Oportunidad


Sin diputaciones, subrayó el presidente de Partenalia, "el problema de la demografía sería más acuciante, ya que estas vertebran el territorio. Somos el ayuntamiento de los ayuntamientos". El reto demográfico debe ser "una oportunidad para desarrollar políticas innovadoras en nuestros territorios rurales, como haremos en Ourense con el proyecto demográfico que nos permitirá ensayar iniciativas socioeconómicas a las que se enfrentará la Europa de 2050".


Laboratorio demográfico


El presidente del gobierno provincial reivindicó a Ourense como laboratorio demográfico, ya que el entorno actual de Ourense "nos permitirá ensayar iniciativas socioeconómicas a las que se enfrentará la Europa de 2050". Recordó las iniciativas que se están implantando en la Diputación, como ayudas a la natalidad, planes de empleo y juventud, el proyecto "Provincia Inteligente" o el Observatorio del Rural, pionero en España y "una plataforma que permitirá analizar mercados, competitividad, perspectivas de empleo y proyectos de innovación aplicados en el medio rural".

No dudó Baltar en pedir fondos europeos para combatir la despoblación, como ya le dijo en Bruselas a Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, en el transcurso de la Semana Europea de las Regiones, abogando por una "gestión directa" de estos por parte de los gobiernos provinciales.

El también presidente de Partenalia remarcó que "los proyectos e ideas no se desarrollan solos, deben ir acompañados de una financiación acorde a la realidad social que viven nuestras provincias, con una política de cohesión y una Política Agrícola Común que respalden fuertes inversiones para el rural en el próximo presupuesto".


 “No solo números" 


En la línea de otros relatores, Baltar señaló a la demografía como "objetivo de país" y reivindicó el papel de las diputaciones y, en particular, el "liderazgo" que ejerce la de Ourense "priorizando la cooperación con los ayuntamientos en términos de excelencia social sobre la eficiencia económica, porque el territorio no debe medirse solo en números sino en el sentimiento de pertenencia e identificación con una realidad histórica". Recordó que "no somos del rural, somos el rural, y la fortaleza de ese vínculo es la que nos anima a trabajar en el desarrollo continuo". 


Potenciar recursos endógenos como el termalismo


Baltar defendió "potenciar" los  "recursos endógenos" como el termalismo, porque para combatir la despoblación hay que "fijar población". También recordó la importancia de las infraestructuras y las comunicaciones, señalando como "histórico" el hecho de la llegada del AVE, y como "clave" la situación fronteriza con Portugal, para "aprovechar para desarrollar proyectos que dinamicen el territorio". 

Por su parte, el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, afirmó que hay que "atacar" la despoblación de "forma convencional", con "medidas balsámicas" de mejora de servicios y "medidas incentivadoras" para ofrecer oportunidades. Pero para salvar un rural "indispensable" también hay que cambiar la cultura: "Mucha gente se ha ido porque llevamos 40 años diciendo que mola más el entorno urbano". 

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