La propiedad seguirá en manos de Kissinger Baltic, la sociedad que lo compró en un juzgado por 3,7 millones de euros
Barceló Hotel Group confirmó ayer la información que en su día adelantó La Región. El emblemático hotel San Martín, en pleno centro de la ciudad, será gestionado por la citada cadena de forma inmediata. Se trata de un establecimiento histórico, situado en un edificio singular como La Torre y es, además, el segundo establecimiento en Galicia de esta cadena, un alojamiento que tiene 90 habitaciones y cuatro estrellas.
Durante los últimos meses ha estado sometido a un importante proceso de reformas que está a punto de culminar, una de las condiciones que el grupo hotelero puso a la propiedad del establecimiento, la sociedad Kissinger Baltic, antes de tomar las riendas.
El nuevo operador indicó ayer que el hotel abrirá sus puertas en verano bajo el nuevo rótulo, pero en realidad el establecimiento ha venido compatibilizando las obras con los servicios que habitualmente prestaba.
De esta forma, el grupo mallorquín contará a partir de ahora con dos establecimientos en Galicia, para una oferta total de 194 habitaciones sumando los dos hoteles, según informó el grupo hotelero en una nota. El pasado mes de febrero, el grupo mallorquín adhirió a su cartera el conocido hotel México de Vigo, sometido actualmente a una reforma, y que comercializará como Occidental Vigo.
La cadena hotelera, que ha llegado a un acuerdo con la propiedad del hotel ourensano, ha mostrado su satisfacción por esta apertura en un mercado "muy atomizado y en plena evolución". "La competencia aumenta y este tipo de alianzas garantizan la viabilidad de proyectos tan ambiciosos como el del Barceló Ourense", según ha valorado el director general de Desarrollo de Negocio, Jaime Buxó.
El hotel San Martín pertenece desde finales del 2016 a la sociedad ourensana Kissinger Baltic, —en manos de Antonio Daniel Domínguez Rodríguez y María Concepción Méndez Estévez— que lo adquirió por 3,7 millones de euros ante el juzgado de Lugo en el que se seguía el concurso de acreedores que pesaba sobre la antigua propietaria, Promotora de Alojamientos Orensanos, adscrita al grupo Martínez Núñez, también dueño de otro hotel en Lugo y en Santiago.
