ANÁLISIS

El bumerán siempre vuelve a gran velocidad

PSOE y PP se han intercambiado los papeles entre gobierno y oposición. Se mudan los argumentos de la crítica y la defensa de las cuentas del Estado en una provincia que siempre está a la espera de algo que no llega

Los Presupuestos del Estado han cumplido con su papel de bumerán. Y en eso se queda todo, o casi todo. Unas cuentas que permiten al PSOE jugar a la defensiva y al PP a recuperar su papel de ariete. Cuando las tornas estaban en otro giro eran los populares los que sacaban pecho y los socialistas los que imputaban a los del Partido Popular delitos de lesa humanidad por míseros y por condenar a esta provincia a no sé qué grado de pobreza . El bumerán ha regresado y ha permitido la reedición del teatrillo del agraviado y del defensor. 

Los Presupuestos del Estado del 2019 serán, un año más, más importantes por lo que no son que por lo que son. Dicho de otra manera: serán esa ingente cantidad de dinero (295 millones de euros, frente a los 414 del Gobierno de Rajoy) que se queda en el papel y de ahí sale apenas un tercio de lo que se promete.

Ourense será en este 2019, entonces, esa provincia de la que usted me habla, la de los dineros de papel. Si fuesen materializados los documentos, en Ourense en los últimos tres años se habrían invertido no menos de 1.500 millones de euros, pero la realidad no es esa.

El diseño presupuestario,  entonces, es el que nos habla de 246 millones de euros para el AVE, como siempre el gran cajón de sastre de los dineros de la provincia cada año. Pero, ojo, que cada vez es menos cantidad porque cada vez queda menos obra que hacer. Por lo tanto, cuando la alta velocidad ferroviaria complete su conexión con Madrid, Ourense quedará huérfana de proyectos que tengan reflejo en los Presupuestos. Porque, más allá de la conexión con Lubián, las alternativas de enlace con Vigo o con Lugo se llevan las llamadas partidas del disimulo, aquellas que tienen pequeñas cantidades que impiden cualquier obra.


Carreteras y variante


La inversión en carreteras baja de forma sustancial, con las autovías con Lugo y Ponferrada en espera de tiempos mejores y con partidas que imposibilitan avances importantes e impiden hablar de plazos razonables en su conclusión. Otra de las infraestructuras programadas, la Variante Norte de la capital, vuelve al desván, el lugar en el que vive desde hace más de veinte años pese a los múltiples amagos de los gobiernos del PP y del PSOE de que viese la luz. Tampoco será Sánchez el que se lleve los honores. La condena de este vial es tanto más llamativa cuando que partía de 2,5 millones de euros para quedarse a cero. De rebote Fomento deja en evidencia al alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, que hace unos días dijo haber obtenido el compromiso de la licitación de las obras, que seguirá en espera.

Más de una década después el Museo Arqueolóxico tendrá una partida para empezar una obra que debería estar finalizada, mientras otros equipamientos culturales como el Complejo de San Francisco cuentan con algunas aportaciones económicas para poca cosa porque poca cosa queda por hacer en obras que ya se prometieron hace 19 años. Poco gasto en cemento se prevé para este año en Ourense a juzgar por la minoración de partidas. Y lo que es más sintomático: no aparecen proyectos nuevos y los que se reflejan, en buena parte de los casos estarían ya para inaugurarse, pero aún no están ni para la primera piedra.

En este escenario, el PSOE buscará argumentos para defenderse. Uno de ellos es que los presupuestos "más sociales" consolidarán algunos derechos y garantizarán o mejorarán gran parte de las coberturas en toda España. A fin de cuentas, si algo caracteriza a Ourense es estar subsidiada. Ese es otro bumerán. 

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