La provincia costera se consolida como primera opción a la hora de elegir propiedad fuera de Ourense, con A Coruña y Madrid completando podio
Los datos son concluyentes: los ourensanos compran vivienda sobre todo en la provincia, pero a la hora de elegir otra ubicación la provincia de Pontevedra gana por goleada. Según los datos oficiales del Ministerio de Fomento, hasta septiembre del pasado año —último dato disponible— se vendieron en Ourense 1.434 viviendas a residentes en España y la mayoría (1.066) se ubicaban en la propia provincia. Sin embargo, en el citado periodo los ourensanos adquirieron 132 viviendas en Pontevedra. Es decir, casi una de cada diez propiedades transferidas (un 9,2%) estaban en la vecina provincia.
"Siempre fue una referencia para nosotros", concluye José Fernández, agente inmobiliario de Ourense a la hora de explicar las razones por las que la compra se inclina hacia Pontevedra. "Las playas o la facilidad de las comunicaciones son determinantes porque hoy en día estás más cerca que de O Barco de Valdeorras", añade.
Se trata de operaciones hechas por ourensanos que buscan una segunda vivienda u optan por una inversión inmobiliaria para el mercado del alquiler. Según los datos del sector, Vigo es una plaza "apetecible" para el primer supuesto, pero son las localizaciones costeras las más apetecibles para la segunda vivienda. Entre ellas, Sanxenxo, Portonovo o Baiona. En ambos tipos de operaciones se trata de personas "con economías desahogadas, con pocas necesidades de financiación", según José Fernández. En definitiva, "es gente que está muy enraizada en esa provincia y decide invertir". Tras Pontevedra, y a considerable distancia, se sitúa ya A Coruña, adonde los ourensanos han ido a comprar 44 viviendas el año pasado, y Madrid, con 23 propiedades inmobiliarias comercializadas en el mismo periodo.
Esta opinión coincide con la que se tiene en la provincia vecina. Manuel Buezas, agente inmobiliario de Sanxenxo reconoce que "una parte importante de los clientes son ourensanos". Responde a un perfil de comprador "que es muy duro en la negociación en cuanto al precio pero que suele contar con dinero para hacer la inversión, necesita poca financiación". Detecta además un interés "creciente" por volver a invertir en ese popular punto costero.
La crisis
Sin embargo, este comportamiento ha tenido variaciones sustanciales como consecuencia de la crisis. El ciclo expansivo de la economía y la facilidad de acceder al crédito facilitaron inversiones en otras plazas. Incluso Pontevedra no era la segunda opción entonces. Un ejemplo: en el 2008, el año en la que la tendencia giró hacia el estallido de la burbuja inmobiliaria, Barcelona era la plaza preferida por los ourensanos para invertir en propiedades inmobiliarias. En aquel año se comercializaron 3.086 viviendas a residentes en España y la propia provincia acaparó 2.552, pero los ourensanos compraron 111 pisos en la provincia catalana. Muy cerca se situó Madrid, con 103 propiedades compradas por ourensanos y en cuarta posición, Pontevedra, con otras 103.
Por lo tanto, la tendencia en el mercado ha cambiado de forma radical. En los tres primeros trimestres del 2017 apenas se certifican compras en Barcelona y Madrid ocupa la cuarta posición, por detrás de A Coruña, una provincia con escasa capacidad de atracción inmobiliaria hasta la crisis.
El peso de la emigración es decisivo
Según los datos del Ministerio de Fomento, el mayor número de operaciones inmobiliarias se da entre provincias vecinas. En este caso, también se describen compras de pontevedreses en Ourense, como también de residentes en la provincia de A Coruña. Sin embargo, se detecta una presencia importante de compradores que provienen del País Vasco, Cataluña o Madrid. Según fuentes del sector, esta circunstancia se debe a que "el peso de la emigración aún sigue siendo fuerte". Muchas de esas compras las firmarían residentes en otros puntos de España eligiendo Ourense como segunda residencia, pero sobre todo ouresanos que invierten en su lugar de origen "pensando en regresar a su punto de partida, sobre todo después de la jubilación".
