Cada vez más fieles que vocaciones

Las ordenaciones en la Diócesis de Ourense han ido menguando: 2011 supuso uno de los últimos años en que más hubo.

Una evidencia estadística incontestable: merma la población. Ello ocurre en todas las dimensiones demográficas posibles: más allá de los márgenes administrativos, a lo interno de las Diócesis de Ourense, la disminución es ostensible. Y no sólo como es obvio en el número de fieles, sino que también lo hace en el número de sacerdotes en activo.

La causa de esto último es fácilmente inferible, se trata de un ciclo vital que no puede ser alterado: la edad de los sacerdotes es elevada, su media se sitúa en 66,7 años.

Además de ello, las ordenaciones en la Diócesis de Ourense han ido menguando: 2011 supuso uno de los últimos años en que más hubo.

Como consecuencia, la suma de estos dos vectores refleja una caída en el número de los sacerdotes de la Diócesis ourensana, pasando de 387 hace 20 años, a 305 en la actualidad; de los cuales solo 246 se encuentran propiamente en activo.

Así, pese a que la población total de la diócesis ha disminuido durante este período, no lo ha hecho con el mismo dramatismo con que se reduce también el número de sacerdotes.

De este modo, es posible observar como la media de habitantes por sacerdote se incrementa en los últimos veinte años. Si bien en 1995 esta cifra se ubicaba en 794, en 2014, nos encontramos con que por cada sacerdote de la diócesis se corresponden 943 personas. Es decir, más personas pero menos sacerdotes.

No obstante, conviene matizar: no todos los habitantes que se encuentran dentro de los límites geográficos de la diócesis profesan esta fe. Sin embargo, el porcentaje no es baladí: desde la propia diócesis estiman que entre un 95% y un 92% son creyentes.

A corto plazo, la ordenación este año de cuatro diáconos puede suponer una buena noticia. Incluso el número de seminaristas mayores exhibe un ligero repunte, si bien no a niveles de hace quince años, sí al menos mucho mejor que en el último quinquenio.
Una buena noticia, aunque sin duda escasa, para los 246 sacerdotes en activo que deben multiplicarse, más allá de los milagros, para atender las 735 parroquias de las que se compone la diócesis, y abarcar los más de cinco mil kilómetros cuadrados de área que comprende.n

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