COMERCIO

La Cámara puede sumar más dimisiones además de las del comité ejecutivo

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photo_camera La sede de la entidad está en venta debido a la grave crisis de la entidad cameral.

Varios vocales del pleno barajan renunciar: "No tiene sentido seguir así" 

La crisis de la Cámara de Comercio parece entrar en un camino sin retorno. El pleno del próximo lunes servirá para analizar la situación de la entidad pero, sobre todo, para oficializar la dimisión del máximo órgano de gobierno, representado por presidente y los otros seis miembros del comité ejecutivo. Al menos esa era la decisión anunciada en días pasados y mantenida ayer mismo.

Sin embargo, a esas renuncias podrían sucederse otras de los vocales del pleno en el transcurso de la misma sesión. Según varios testimonios recogidos ayer mismo no se descartan varias dimisiones ya no solo porque la Cámara quedaría descabezada sino porque su viabilidad es prácticamente nula. "No tiene sentido seguir en estas condiciones", reconocía ayer un vocal.

En el supuesto de que la dimisión fuese solo del presidente y del comité ejecutivo, los miembros del pleno podrían proponer nuevos órganos de gobierno pero si las renuncias alcanzan también a más de la mitad de los 28 vocales, la Consellería de Industria —órgano público tutelante— debería nombrar una comisión gestora para mantener la Cámara de Comercio, aunque fuese en mínimos.

Sin embargo, la Xunta intenta evitar estos extremos. Por un lado ha tratado durante los últimos días que las dimisiones no se hiciesen efectivas y, si tuviese que hacerse cargo mediante una gestora, los precedentes no son buenos. El mismo método se siguió en los casos de las Cámaras de Lugo y Ferrol, que acabaron cerrando agobiadas por las deudas, que sumaban más de seis millones de euros. La de Ourense estuvo medianamente saneada hasta el mes de abril pero sobre su tesorería pesa ahora la deuda de las seis últimas nóminas de los 14 trabajadores que quedan.

LOS INGRESOS

La crisis de gobernabilidad, que se viene a sumar a la económica, se produce coincidiendo con el proceso electoral abierto y que se prevé que quede cerrado el próximo junio. Sin embargo, en la situación actual es inviable que la Cámara aguante hasta los nuevos comicios. Es más, "no aguanta ni hasta el lunes", advirtió ayer un miembro del pleno.

Sin presupuestos y sin cuotas, sin proyectos que desarrollar para obtener ingresos la deuda con los trabajadores no para de crecer. Al mismo tiempo, ya no solo no puede pagar las nóminas, sino que es incapaz de cubrir las cuotas de la Seguridad Social y de los trabajadores. La enajenación del patrimonio tampoco permitiría la obtención de recursos para continuar. 

Un pequeño aliento institucional, pero insuficiente

La Cámara de Comercio se ha tenido que nutrir de las cuotas voluntarias que ni siquiera han cubierto una mínima parte del gasto corriente. Algunas empresas de entidad de la provincia han aportado voluntariamente dinero a la entidad más por un compromiso que esperando un retorno en servicios. Las instituciones han colaborado de forma discontinua. Por ejemplo, la Diputación sí ha hecho su parte con 100.000 euros el pasado año y otros tantos este ejercicio. La Xunta hizo algunas aportaciones, pero sobre todo en cursos de formación "escasos y hace ya tiempo", dicen en la Cámara.

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