El caso se detectó cuando los dueños de la cafetería contrataron detectives privados que colocaron cámaras
Dos años de prisión y multa de 2.000 euros es la condena que la Audiencia impondrá a José Eligio Fuentefría, de 39 años, por tráfico de drogas. La defensa del inculpado y la fiscal llegaron a un acuerdo ya que en un principio le pedía seis años y medio de cárcel, aplicando la atenuante de drogadicción al inculpado y retirando la agravante de venta en un establecimiento público. Y es que, según el ministerio público, el inculpado guardaba en la cafetería Joma la droga que después destinaba a la venta pero no traficaba con ella en el bar.
El proceso penal arranca de la incautación policial realizada el 30 de mayo de 2013 cuando hallaron en el establecimiento, ocultos en un tubo fluorescente en el techo del altillo sobre la cocina, 19,8 gramos de cocaína y una bolsa con cortes redondeados de plástico. Este descubrimiento fue propiciado por los dueños de la cafetería -el imputado es su yerno-, quienes contrataron a una agencia de detectives para abrir una investigación encaminada a evidenciar las irregularidades detectadas en el funcionamiento del establecimiento (los ingresos en caja comenzaron a bajar). Para ello, la agencia instaló cámaras en cuyas imágenes se veía cómo José Eligio Fuentefría se subía a un altillo-almacén sobre la cocina, lugar de difícil acceso, manipulando el tubo fluorescente adherido al techo, y guardaba envoltorios que previamente había manipulado.
En el momento la detención, llevaba consigo 500 euros. En su día, justificó esta cantidad en que gran parte era efectivo destinado a los cambios a los clientes por si se quedaba la cafetería sin dinero en caja.
Asimismo, había declarado que la droga era para su consumo porque el día cinco de junio era su cumpleaños.
