Reportaje

Una caminata por la Serra de Queixa

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photo_camera Paño de la muralla este-oeste del Castelo de Cerveira.Al fondo derecha, el valle de Lagorzo por donde discurre el río Cerveira; a izquierda, el valle del rio Berganzo.

De los muchos itinerarios de la Serra de Queixa se propone uno, acaso el más factible, salvo la subida final, sea el itinerario del Castelo de Cerveira partiendo de Pedralvar

 

En el Macizo central ourensano que forman Invernadeiro, Fial das Corza, Samión y San Mamede, es la sierra de Queixa el más elevado y el que por su configuración se ha ubicado una estación de esquí,Meisa,y donde antes acudían los esquiadores a hacer sus prácticas con algunas aventuras en las nieves en el mismo San Mamede. La sierra de Queixa ha sonado sin ignorar a los trevincos barquenses de larga y extensa tradición dentro del ámbito orensano de los deportes de montaña.

De los muchos itinerarios de la sierra se propone uno, acaso el más factible, salvo la subida final, sea el itinerario del Castelo de Cerveira partiendo de Pedralvar.


Hasta Pedralvar


Desde Pedralvar que no Pradoalvar porque una cantera de piedras blancas de afilar en su cima, parte un camino de carro casi hasta el mismo pie del Castelo y aún más allá internándose en los vallles de Cerveira y Berganzo.

Una docena de caminantes dispuestos a trepar a las alturas nos dispusimos, previa y obligada parada en a Gudiña a cafés y algún roscón. Sorprende que tenga tanta vida la villa en su zona de gasolineras y hoteles, al pie de la autovía si, pero hay que hacer un desvío de más de un kilómetro.

Desde aquí en dirección Vilariño de Conso, pasaríamos bajo el espectacular cañón de la presa de As Portas que contiene al río Camba y más adelante en un cruce abandonaríamos la dirección Vilariño para ir a Pedralvar, pasando por San Mamede de Edrada, que aparece como aldea colgada en la montaña y luego serpenteando por estrecha carretera se llega a lugar de pedestre salida, dividido en varias barriadas, según las familias asentándose fueron: Os Bertos, Os Lourenzos, y también A Veiga, O Requeixo, O Barrio, Santo André, Cima de Veiga. ¿Quién da más?

Estacionados, de conversa con el local paisanaje del que siempre se aprende, presto como está a cualquier parlamento que para ellos acaso placentero por la novedad de unos forasteros invadiendo su hábitat.


Camino carretero hasta el valle


El ingente trabajo que a lo largo de los siglos hicieron las gentes de estos pueblos, aun con los medios de hoy, parecen inimaginables. Camino enlosado, puentes poldrados, todo para llevar su ganados a los pastos ribereños del río Cerveira y para transportar en sus carros del país la leña o el carbón traídos de las carballeiras y los carbones de las raices de los brezos.

En marcha, al principio por acimentado camino, alguna presa y acequia sobrevolando el río, con alguna cascada y pozas, en un entorno por si mismo bellísimo al que les sobraría ese cemento por varios centenares de metros, pero eso habría que preguntárselo a los vecinos.

Transitamos de tanta folganza que adentrados, por despiste en via que nos pareció, por empedrada más directa, resultó que hubimos de retroceder, aunque resistencias porque el camino opuesto estaba a la vista, pero habría de salvarse un río de cierta corriente.

Ya en camino hacia el Castelo, comenzaría éste a encaramarse por lo que la marcha se ralentizó con parada en un puente, de románico arco, que tal vez de origen romano, aun sin datar.

Algunas revueltas en el ya estrecho valle que en pavimento enlosado nos meterían por la parte oriental del Castelo adentrándonos luego entre praderías por la norteña ladera hacia lo que resultaría hermosísima y amena subida.


El río Cerveira


Como se había perdido un tiempo en errado camino, tuvimos que hacer asiento de comidas a la vera de río no sin antes superar en O Caneiro las aguas del rio Cerveira, adentrarnos en pradería y larga subida por el brezal hasta asentar nuestros reales a la vera del río, mientras una escasa docena de montañeros la empredíamos monte arriba para superar los más de 200 m. en desnivel hasta la cumbre.


El castelo de Cerveira


Antes de superar las dura rampas del flanco oeste, el más asequible para la trepada, se transita con cierta facilidad no impedida ni por brezos, carqueixos o carpazos. Así con el resuello final ya nos encaramamos sobre los restos de las murallas pizarrosas del flanco sur sobresaliendo más de un metro y de cuatro en el flanco occidental.

El castelo que acaso asentamiento castrejo antes que castillo, en lugar estratégico e inexpugnable por su cónico emplazamiento que en el lado oriental y norte apenas precisaba fortificaciones por la verticalidad de sus laderas. De lajas de pizarra o bloques de ella,la gruesa muralla, lo que denota que lugar  ciertamente estratégico por su paso como para eregir tamaña fortificación en este cónico monte del sistema montañoso de la Queixa, rodeado por dos ríos: el Cerveira y su afluente el Berganzo.


Retorno por donde venidos


En parte porque decidimos bajar hacía el valle del Berganzo por entre altos brezos, pero que dejaban interespacios para el tránsito que debería hacerse con precauciones, porque dabajo de los brezos suele haber tocones de pasados incendios, que podrían provocar caidas, pero todos idemnes de la aventura, incluso los que habían decidido no trepar al Castelo, que por más flojos podrían tenerse.

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