Dos grupos de alumnos de Maristas corrieron ayer en Burgos con dos coches de inercia, fabricados por ellos mismos, trayendo para Ourense un primer premio en innovación y un segundo en la categoría técnica.
El emprendimiento no entiende de edades y si no que se lo digan a los alumnos de 1º de Bachillerato y 4º de ESO del colegio Maristas de Ourense, que este fin de semana presentaron en Burgos sus coches de inercia en el desafío Hiperbaric. Este desafío consiste en la creación de una empresa real por parte de los alumnos participantes y conseguir la financiación necesaria para poder construir dicho automóvil.
Tanto Galinercia como OurenSpeed, así llamaron a sus empresas, tuvieron que presentar un plan de viabilidad, crear la estructura de la empresa y conseguir financiación de diferentes entidades, públicas y privadas, para que su idea fuese una realidad. Pero todo ello, claro está, estaba supervisado por los profesores.
Carlos Domíngez, uno de los docentes que los coordinó, comenta que los alumnos "se tomaron muy en serio sus proyectos y han trabajado muy duro".
Pero lo más gratificante para estos escolares fue ver que sus esfuerzos han dado resultado después de cinco meses de trabajo. En OurenSpeed apostaron fuerte por la innovación y la creatividad, y sus resultados han tenido el efecto deseado en Burgos, ya que lograron el primer premio en dicha categoría. Pero no ha sido el único galardón que se traen para Ourense, ya que el jurado les otorgó el segundo premio en la categoría de proyecto técnico.
Para Jaime Reverter, de OurenSpeed (4º curso de la ESO), lo más difícil fue "meternos en el mundo de los adultos, porque es todo muy lento", aunque asegura que fue una experiencia interesante que "no se aprende en las clases".
Menos suerte tuvieron los alumnos de Galinercia (1º de Bachillerato), que participaban por segundo año consecutivo y su objetivo en esta edición era, según comentaron Tomás Loboy y Anxo Carpintero, "tener un coche que nos mantenga, al menos, en la posición del año pasado" que, a pesar de no haber ganado en la carrera, los hizo campeones estatales del desafío.
La estrategia de Galinercia era apostar fuerte por esa parte de la carrera, según explica Carpintero: "Este año empleamos fibra de carbono para la carrocería, cosa que nadie ha hecho, y también está más trabajada porque está hecha a mano". A pesar de sus esperanzas de mantener el puesto, este año no ha podido ser.
Lo que está claro es que, después de todo lo vivido el fin de semana en Burgos, ambos equipos han sido muy buenos profetas de su tierra y vuelven con la ilusión de haber aprendido nuevas experiencias.
