A Miguel Ángel Viso su madre lo recibió como si volviese de América; Rocío de Frutos al fin pudo llenar la nevera; David Bruzos llevó a sus hijas al parque; Noa Presas comió con sus amigos y Fátima Balsa pasó el día en familia.
Y al decimocuarto día los candidatos descansaron de la actividad política y pudieron dedicarse a actividades más mundanas. A Miguel Ángel Viso, cabeza de lista del PP, su madre Julia lo recibió en Remuíño con una comilona como si "volvese de América". Pero antes de zampar la ensaladilla y el bacalao al horno, pudo darse un paseo con su mujer y con su hijo, al que ha echado mucho de menos durante la campaña, por el parque Angelita Paradela, además de cargar con las bolsas de la compra.
En la nevera de la socialista Rocío de Frutos sólo quedaba melón, sandía, queso gallego que fue comprando por las ferias durante la campaña y tres yogures. Ayer pudo solucionar el desabastecimiento. Tras tomar una caña con Pablo López Vidal y Eva Maldonado, pasó a saludar a la asociación vecinal Santa Mariña, aunque no se quedó a la 'sardiñada' que preparaban. El resto del día se lo dedicó a su hijo Sergio y a Pepa, la 'perrita' que la acompañó en varias ocasiones durante estas dos semanas.
David Bruzos, cabeza de lista de En Marea, recuperó el tiempo perdido con sus hijas Maia y Zoe llevándolas al parque. Fue una jornada de "tranquilidad e calmiña" a la espera de saber si los ourensanos le vuelven a confiar un escaño.
Fátima Balsa, candidata de Ciudadanos, firmó una campaña con más presencia en la calle y en los medios que en las pasadas elecciones. El día de reflexión lo entregó a su familia recluyéndose en su casa de Outeiro de Laxe.
La nacionalista Noa Presas tiró de amigos. Un vermú en las terrazas del puente romano y después comida de colegas para aligerar las últimas horas antes de que los electores elijan a los diputados.
