Los vecinos está satisfechos con las instalaciones pero no con la ubicación, al final de una pendiente
"Isto é unha matanza para a xente. Queren acabar de matar a tódolos xubilados". Así define Segundo Rodríguez, vecino de Barbadás de 67 años, la ubicación del nuevo centro de salud de A Valenzá, emplazado al término de una pronunciada pendiente de un 8% de desnivel.
El ambulatorio entró ayer en funcionamiento pero sigue sin resolverse su problema de accesibilidad impidiendo a vecinos como Ana Míguez, de 58 años, la entrada a las instalaciones por su propio pie. Sufre una enfermedad neurológica degenerativa que le afecta a músculos y extremidades inferiores. "No puedo subir la cuesta. De hecho, el próximo 3 de abril me toca la inyección de la vitamina B12 y me la van a venir a poner a casa".
Señala a las administraciones públicas como las responsables de esta situación. "Todos tienen la culpa: Xunta, Sergas, Ayuntamiento y Diputación. Esto es un centro de salud. No un cine. Venimos aquí porque estamos enfermos", matiza. Para ella, la solución sería un ascensor o escalera mecánica. En este sentido, el gobierno municipal contempla construir un elevador acompañado de una pasarela para aliviar la pendiente de 11,93 metros de la calle Outeiro, que desemboca en el ambulatorio. La actuación ronda los 140.000 euros.
"A Deputación comprometeuse verbalmente a sufragar o 50%. Estamos á expectativa de se a Xunta tamén se compromete no restante, cos 70.000 euros", indica el alcalde de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel.
nuevos servicios
El regidor reconoce que el terreno donde se ubica el ambulatorio, cedido en su momento por el PP a la Xunta, "non é apropiado para os pacientes", aunque afirma que se trata de una infraestructura acorde a las necesidades de los vecinos.
El nuevo ambulatorio cuenta con dos pediatras, antes solo uno, y con dentista, que hasta ahora no tenían. Sin embargo, no contempla estacionamiento. El gobierno bipartito estudia la posibilidad de que pase por la zona una línea de autobús.
