Cientos de personas participaron en el desfile alrededor del castillo
La víspera de San Sebastián es, desde hace años, sinónimo de fuego, paja y "troula" en Castro Caldelas, con motivo de la "Festa dos Fachós". Y ayer no fue menos. Cientos de personas se concentraron al caer la tarde en el atrio de la iglesia de Os Remedios para, ataviados con ropas viejas, disfrutar de la procesión nocturna alrededor del castillo.
Al compás de vivas a San Sebastián, la música de los gaiteiros y el repicar de las campanas transcurrió la procesión encabezada con el gran fachón que este año alcanzó según la organización los 40 metros y más de 500 kilos de peso, seguido por una marea humana portadora de varios cientos de pequeños "fachós". "La gente acudió masivamente y de forma muy ordenada, fue muy bonito. La fiesta está muy arraigada entre los vecinos y es un orgullo corroborar como participan activamente en todo lo que tiene que ver con la organización", relataba Sara Inés Vega, que vivió con emoción su primera fiesta como regidora.
Con el reloj marcando las ocho, regresaba la procesión a la plaza donde, una gran hoguera depositaria de los restos de los "fachós", calentó la popular "chourizada", regada con vinos de Ribeira Sacra, bica y queimada. "Además este año contamos con un grupo de personas vestidas de época medieval y exhibición de cetrería para dar un pistoletazo de salida a un proyecto de dinamización del castillo", adelantó Vega.
