Diez infraestructuras valoradas en 28,7 millones de euros aseguran desde ahora el suministro de hasta 140.000 habitantes
Una inversión de 28,7 millones de euros para garantizar el abastecimiento de agua a la ciudad en los próximos 50 años, y capaz de asegurar el suministro a 140.000 personas. Porque, además, capacidad de captación de agua, bien del Miño o de los embalses de Cachamuiña y Castadón (cuando el primero tenga auga suficiente) ha podido pasar, gracias a las nuevas infraestructuras construidas, de los 360 litros por segundo a los 510, autorizados por la Confederación Hidrográfica. La finalización de obras adicionales por importe de 7,4 millones de euros en conducciones para contemplar el abastecimiento de agua a Ourense y su trasvase a la empresa concesionaria del servicio, Viaqua, completa toda una red de depósitos y tuberías -una modernización y mejora iniciada en el año 2009, cuando se firmó el convenio entre el Concello, el Estado y la entonces empresa pública Acuanorte (ahora Acuaes)- que acabarán con las dificultades de suministro y caudal en todo el casco urbano.
Precisa el concejal de Infraestructuras, José Araújo, que son actuaciones que no se ven ni "lucen" pero un buen abastecimiento de agua satisface a los vecinos, evita problemas y garantiza la llegada, en cantidad y calidad suficientes, de un elemento tan imprescindible como el agua a todos los hogares.
Ocurre que los recursos del río Loña, el que tradicionalmente abastece a Ourense (siempre que llueva y tenga caudal suficiente), no bastan para una ciudad de más de 107.000 habitantes en la actualidad. Y las aguas del Miño, que sí colmarían las necesidad, se encuentran en una cota muy baja y precisan de un costoso y complejo bombeo -el que se practica desde comienzos de verano debido a la sequía estival de todos los años, éste más acusada-.
Además, la veterana estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de San Francisco, que quedó "encerrada" entre edificaciones debido al crecimiento de la ciudad, no puede ser ampliada, precisamente por ese motivo; y urgía una moderna estación en una cota más alta que la ya existente y que evitase un costoso bombeo, para abastecer especialmente a la población asentada en la margen derecha del Miño -barrios de A Ponte y O Vinteún- y al sureste del casco urbano ya en la margen izquierda -Seixalbo y su entorno, sobre todo-, con periódicos problemas de suministro.
Por eso, y con la previsión de un crecimiento de la ciudad -realmente, inexistente, al menos de momento, debido a la crisis y al pertinaz envejecimiento de la población- se hacía imprescindible una nueva red de abastecimiento en todas estas zonas deficitarias del servicio. Había que tener en cuenta, además, que la actual red de distribución de agua potable estaba deteriorada, tenía un estructura demasiado ramificada y una gran falta de presión.
De ahí la construcción de toda esta nueva infraestructura, finalizada tras siete años de obras. Incluye una nueva y gran estación de agua potable en As Coiñás, cuatro nuevos depósitos en las zonas noreste y sureste de Ourense, dos nuevos bombeos y la ampliación de la captación del Miño y miles de metros de nuevas conducciones, que comunican hasta cinco depósitos
