POLÍTICA LOCAL

La ciudad enfila el examen electoral con sus principales retos por superar

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photo_camera Los concejales ourensanos, en uno de los plenos del Concello.

El apoyo del PSOE al plan de obras da oxígeno al gobierno, que tratará de no cerrar su etapa sin un solo presupuesto o el urbanismo bloqueado

Aunque la actividad ha recuperado poco a poco la normalidad, será mañana, coinciendo con la celebración del pleno de septiembre cuando arranque, de manera oficiosa, en el Concello de Ourense el curso político. Será, además, uno diferente a los anteriores, ya que en el horizonte, en 262 días, espera el examen de las urnas, una cita a la que la ciudad llega con sus asignaturas troncales pendientes de resolución, muchas de ellas arrastradas ya desde antes de mayo de 2015, cuando se celebraron las últimas elecciones municipales.

Esperan los ciudadanos por los primeros presupuestos del mandato, al no haber prosperado los únicos que han llegado al pleno, pero también por la llave que ponga orden en el urbanismo o ponga al día concesiones millonarias en precario. Sí se atisba, por su parte, algo más de optimismo con la ejecución del plan de inversiones, con PP y PSOE en sintonía para aprobar las modificaciones de crédito necesarias para desarrollarlo.

Tanto el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, como sus nueve concejales, tienen ante sí una larga lista de tareas que llevar adelante, unas dependientes solo del gobierno, y otras en las que requerirían el apoyo de la oposición.


Facenda


En noviembre se cumplirán cuatro años de la última vez que se aprobó un presupuesto en el Concello. Con una realidad, la de 2018, que nada tiene que ver con aquella, el desbarajuste de partidas es palmario, lo que obliga a recurrir a las modificaciones de crédito para encauzar la gestión.

Jesús Vázquez afirmaba ayer que "nun breve período de tempo presentaremos os orzamentos de 2019", asegurando que intentará seducir a la oposición. Preguntado por el acercamiento de las últimas semanas con el PSOE puede facilitar la negociación, no se moja. "Hai que esperar, pouco a pouco co señor Barquero", dijo.

Lo que sí debería ser una realidad es la segunda rebaja consecutiva del 10% en el Impuesto de Bienes Inmuebles. Con los trámites ya iniciados, la edil de Facenda, Ana Fernández Morenza, asegura que "hay margen de sobra" para aprobarla antes de que acabe el año en pleno, órgano clave para, vía modificación de crédito, rebajar la morosidad con los proveedores, en límites nunca antes vistos, triplicando el plazo máximo legal.


Infraestructuras


El plan de inversiones recibió estos días un balón de oxígeno después de que PP y PSOE aproximasen posturas para dotar con fondos del remanente de tesorería los proyectos propuestos por las asociaciones vecinales. Si nada se tuerce, en las próximas semanas se liberarán 11 millones que deben servir para revitalizar barrios y ejecutar proyectos como los primeros elevadores mecánicos de la ciudad o el arreglo de varias calles muy deterioradas.

Si el edil José Araújo tiene esto entre manos, no menos importante es el mandato de la ciudadanía para redefinir el modelo de movilidad, una vez concluido el proceso participativo Móvete por Ourense, cuyo cronograma obliga a aplicar desde ya medidas para pacificar la ciudad e ir restando cada vez más peso al tráfico motorizado.


Transporte


Un cambio en la movilidad será más complicado si el Concello no es capaz de desatascar la concesión del transporte público, en precario desde la primavera de 2015 y con los pliegos todavía sin definir en su totalidad, lo que imposibilita su salida a concurso y, en consecuencia, cambios en el mapa de rutas, flota de vehículos o adaptación a las nuevas tecnologías.


 Urbanismo 


Con las posiciones de los grupos en las antípodas, el gobierno municipal tomó la decisión antes de verano, en base a un informe del Consello Consultivo, de proceder a la aprobación provisional del documento mediante un decreto del concejal de Urbanismo, José Cudeiro. Este trámite sería inútil, sin embargo, si el pleno no lo valida definitivamente, algo que a día de hoy parece una quimera antes de la celebración de las elecciones municipales.

Mientras, en materia urbanística el Concello debe avanzar en la modernización del PERI del Casco Vello, para dar cobertura a proyectos de revitalización del barrio y planificar el desarrollo de As Burgas. La ordenanza de accesibilidad también es otra asignatura pendiente, aunque Cudeiro ya ha avanzado que no será posible aprobarla este mandato.


 Comercio 


El área dirigida por Flora Moure tampoco ha podido resolver el laberinto de la ordenanza de veladores, que ha pasado por las tres concejalas con responsabilidad en Comercio sin que se haya logrado su desbloqueo. Aunque hubo un amago de recuperar, con alguna adaptación, el texto redactado por el PSOE en el pasado mandato, no ha fructificado.

Por otro lado, también urge una solución al proyecto de reforma de la Plaza de Abastos número 1. Las discrepancias entre departamentos municipales han impedido aprobar, pese a tener los fondos disponibles, el concurso para la obra. Las próximas semanas serán fundamentales para su desenlace.

En un peor escenario se mueve la Plaza de Abastos de A Ponte, vacía tras dos intentos fallidos de adjudicar su gestión cuando debía haber sido un revulsivo para el barrio tras la inyección de dos millones para su reforma.


Asuntos sociales


A la espera de hacer efectivos los convenios con entidades del pasado año y renovar sus cuantías para 2018, el área que lidera Sofía Godoy debe afrontar la negociación de la ordenanza anti-botellón, que prevé iniciar en los próximos días con la oposición, un documento que urge la sociedad ourensana para acotar un problema, tanto de salud pública como de imagen para la ciudad.


Turismo y termalismo


Los esfuerzos de la concejalía de Jorge Pumar para mejorar los recursos de los que disfrutan los turistas, como las audioguías gratuitas o una oficina unificada, deben complementarse con el desbloqueo de una mejor oferta de ocio, impulsando los apartamentos turísticos de As Burgas, el negocio de Outariz o el camping de Untes.


Cultura


Ourense se quedará este otoño, por primera vez en dos décadas, sin su Festival Internacional de Cine, tampoco se celebrará el Outono Fotográfico y la Banda de Música sigue en el limbo, tres casos que han llevado al sector cultural a criticar con dureza a la edil Belén Iglesias por su gestión. Encontrar fórmulas para sortear la nueva Ley de Contratos de Sector Público, el motivo que el gobierno ha esgrimido en la mayoría de ocasiones, es su principal reto.


 Seguridad 


Con la plantilla de bomberos molesta por la precariedad del servicio, el concejal Carlos Campos se ha comprometido a agotar todas las fórmulas posibles para contratar nuevos efectivos, así como habilitar fondos para adquirir más recursos materiales.

Además, el gobierno debe hacer realidad un plan municipal de prevención de incendios. El alcalde ourensano aseguró ayer que ya se ha dado la orden para lograrlo.

Mientras, en lo que respecta a las competencias de Campos, también debe agilizar los concursos de otras dos concesiones en precario como son el control semafórico y la ORA y la grúa.


Personal


Con la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo aprobada inicialmente, el departamento de Recursos Humanos se enfrenta ahora a recursos administrativos y judiciales para poder darle luz verde definitivamente. Esta concejalía debe aplicar también el control horario a los trabajadores, para lo que dispone de una partida desde hace casi dos años.


Limpieza


El gobierno se ha comprometido a licitar antes de que termine el año la reparación de los contenedores soterrados, clausurados hace más de cuatro años. 

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