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La ciudad reduce la presión fiscal, al alza por el IPC en la mayoría de villas

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photo_camera Los propietarios de inmuebles en la ciudad de Ourense se beneficiarán de una rebaja del 10% en el IBI.

El Concello de Ourense congela todas las tasas e impuestos a excepción del IBI, que baja por primera vez en diez años

El inicio de cada año es también época de cambios en la faceta económica. Los concellos, como el resto de administraciones, pueden aprovechar para actualizar sus ordenanzas fiscales y matizar las tasas e impuestos que cobrarán a los vecinos durante los siguientes meses, aunque no todos actúan por igual. Mientras que en el Concello de Ourense, se aplicará, por primera vez tras una década, un cambio, en concreto en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), en las cabeceras de comarca y principales villas la apuesta más habitual pasa por la congelación y alguna ligera subida en ciertos casos, principalmente en la tarifa del agua debida al IPC.

En la ciudad, con un año de retraso en las previsiones del gobierno municipal, que no llegó a tiempo para poder aprobar una rebaja en el IBI en 2017 por la presentación al límite de la propuesta y la decisión de Ourense en Común de no renunciar al plazo que legalmente le correspondía para alegar, pero con una reducción del 10% en el tipo de gravamen de los inmuebles de naturaleza urbana, que pasará del 0,54 al 0,49%, el doble de la intención inicial. Además, también se reduce el porcentaje en el tipo diferenciado, para inmuebles que superen un determinado valor en función de su uso, que pasa del 0,64 al 0,58%.

Es el único cambio en unas ordenanzas fiscales que seguirán contemplando los mismos precios de los últimos ejercicios, según confirmaron fuentes del gobierno local. Así, servicios básicos como la recogida de basura mantendrán la cuota bimestral de 20,95 euros en las zonas urbanas y de 9,55 en las rurales; mientras que la tarifa para un consumo de hasta diez metros cúbicos de agua al mes se sitúa en 0,4502 euros por unidad. La tasa aumenta hasta los 0,6885 si se consume por encima de ese tramo, siempre que no se superen los veinte metros cúbicos, cuando el precio sube hasta los 0,8606 euros.

Servicios como el transporte urbano mantienen su precio de 0,85 euros por billete ordinario, que se reduce a los 0,62 para la tarjeta Milenio ordinaria y 0,43 para la de estudiantes, siendo gratuitos para menores de 16 años, pensionistas, discapacitados y desempleados. Los taxis, por su parte, mantendrán las mismos precios que entraron en vigor en 2014, con la bajada de bandera entre 2,06 y 2,98 euros en función de la tarifa, oscilando el coste por kilómetro entre 1,08 y 1,15 euros.

Resto de la provincia

En las principales villas, las condiciones de los contratos del agua, que se actualizan por el IPC, marca una ligera tendencia al alza en esta tarifa, aunque, por norma general, el resto de tasas e impuestos continuarán invariables en relación a este año, como el caso de Ribadavia, donde su alcalde, Ignacio Gómez, entiende que "xa existe suficiente carga para os veciños".

Aprietan algo más a sus empadronados en los pagos del abastecimiento y saneamiento municipios como Allariz, Celanova, Verín, Xinzo o Barbadás. "Figura no contrato", explica el teniente de alcalde de este último concello, Xosé Manuel Fírvida, que explica que también sube 10 céntimos el precio del bonobús.

En lo que respecta a los impuestos como el IBI, Actividades Económicas o de rodaje, la congelación es la tónica habitual. "Os servizos están equilibrados e o noso obxectivo é manter esa oferta, asumible para a poboación", señala el regidor de Allariz, Francisco García.

No obstante, hay varios concellos que están comenzando a explorar rebajas en determinados tributos, como el IBI. En Barbadás, se aplicará un 8%, "algo que antes a lexislación non nos permitía".

En localidades como O Barco o A Rúa, ambas en la comarca de Valdeorras, sus respectivos gobiernos trasladarán al pleno próximamente propuestas para adherirse al convenio firmado entre Fegamp y Xunta (iniciativa "Doing Business") para establecer bonificaciones a aquellas empresas que se asienten en sus municipios y creen puestos de trabajo, algo que también busca la ciudad de Ourense.

Mientras, el alcalde de Celanova, José Luis Ferro, señala que "non está descartado levar a cabo rebaixas nos próximos meses", pero también apunta que "é posible que paguen máis aqueles que máis contaminen". 

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