TRÁFICO

La ciudad tramita 40 sanciones cada día por aparcar de forma indebida

MALAPARCADO
photo_camera Coches mal aparcados en Progreso

La Policía Local y los controladores de la zona ORA impusieron más 
de 14.000 multas en 2016, casi un 25% menos que las del año anterior

Controlar las infracciones por malas prácticas en el aparcamiento de los vehículos continúa siendo en el Concello de Ourense una de las principales tareas de los agentes de la Policía Local o de los trabajadores de la empresa concesionaria de la ORA, que el año pasado impusieron un total de 14.057 multas (7.568 en la ORA y 6.489 por el cuerpo policial) por comportamientos indebidos a la hora de estacionar, según se desprende de los datos oficiales que manejan en el consistorio. La extrapolación de estas cifras supone que, de media, al día en la ciudad se tramitan 40 expedientes de estas características.

La comparativa con el año anterior (2015) refleja, no obstante, una importante reducción, cercana al 25%, motivada en gran medida por el descenso de detección de infracciones en la "zona azul", controlada por los operarios de Doal, que informaron unas 2.500 sanciones menos. Según destacan fuentes municipales, "os cidadáns respectaron en maior medida a norma tras constatar os casos que acababan en multa", destacando "o poder exemplarizante" de las sanciones.

En los controles de la Policía Local, por su parte, también descendieron las multas, cerca de un 15%, empujado en gran medida por un mejor comportamiento de los ciudadanos al respetar las zonas de carga y descarga reservadas para facilitar la labor de los transportistas y repartidores. Esto no impide que esta práctica sea la que más trabajo genera al cuerpo policial y la que más multas genera, un total de 1.171, algo constatado también desde la entrada en funcionamiento del multamóvil, a finales del último mes de octubre.

Otros motivos

Otros motivos frecuentes para la tramitación de sanciones de aparcamientos son las paradas que los conductores realizan sobre aceras (1.087). Las multas por situaciones que pueden generar peligro en la calle a otros vehículos o viandantes se sitúan en el tercer puesto de las razones más frecuentes, repitiéndose 993 veces.

Comportamientos que también son perseguidos por los agentes son la obstaculización de las zonas con vado señalizado (540 casos), las paradas en zonas reservadas a autobuses o taxis (445), en carriles específicos de servicios públicos (330) o la doble fila (317). Los efectivos policiales tampoco pierden de vista las paradas en pasos de cebra o zonas peatonales (251) o aquellos que hacen caso omiso de las señales que impiden estacionar (193). 

Por lo que respecta a las situaciones que terminan con una sanción en las calles con servicio de estacionamiento regulados, los principales motivos que encuentran los trabajadores de la empresa concesionaria son el utilizar sin el tíquet correspondiente alguna de las 900 plazas que hay, aproximadamente, en la ciudad.

Más de la mitad de las multas tramitadas (4.772) son consecuencia de eso, mientras que también son frecuentes las sanciones a aquellos conductores que se han excedido del tiempo permitido fijado en el recibo, un total de 2.730. El resto de los expedientes sancionadores los provocan no tener el tíquet visible (49), aparcar fuera de los límites dibujados en la calzada (14) o dejar el coche en una plaza más de 134 minutos permitidos (tres sanciones).

La concesión de la ORA, en precario casi un año

La concesión que regula la gestión de la ORA, que lleva asociada la grúa municipal, está en precario desde mayo del año pasado, después de que caducara el contrato suscrito en 2006 por el Concello con el grupo Vendex, que explota el servicio a través de su filial Doal.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, había mostrado, hace unas semanas, su intención de desbloquear el nuevo pliego de condiciones en los primeros meses de 2017, aunque por ahora todavía no ha pasado el filtro del departamento de Contratación, que debe impulsar el nuevo concurso para buscar un nuevo adjudicatario.

El actual servicio cuesta a las arcas municipales alrededor de 1,4 millones de euros anuales, resultando deficitario en los últimos ejercicios, ya que los ingresos obtenidos durante la explotación apenas superan los 900.000 euros, según la información transmitida en varias ocasiones por responsables del Concello.

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