TRÁFICO

Las colisiones con animales rebasan el millar al año, el 58% con jabalíes

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Acaparan 6 de cada 10 accidentes en carretera y, aunque se saldan casi siempre sin heridos, provocan importantes daños

Los accidentes de circulación a causa de la irrupción de animales en las carreteras no paran de aumentar. Casa vez son muchos más. La Guardia Civil de Tráfico no duda en reconocer que es una de las “peculiaridades” de la red viaria ourensana, junto a la edad avanzada de la población conductora, la dispersión y la gran dependencias del transporte privado. Hoy en día, seis de cada diez accidentes en las carreteras de la provincia son a consecuencia de colisiones con animales salvajes o domésticos.

El pasado año cerró con un dato desalentador: por primera vez se rebasó el millar de atestados. Exactamente, 1.135 en 2016; 951 en 2015 y 778 a lo largo de 2014. Sin olvidar, que son bastantes más pero no todos quedan reflejados por la Guardia Civil por múltiples razones: golpes leves, los daños no están asegurados o simplemente porque algunos se comen el bicho.

Entre los animales silvestres, el jabalí es el animal que más accidentes provoca (655, el 57,7%) en esta provincia. En otras con el mismo problema varían: en Palencia, por ejemplo, son los zorros; en Soria, los ciervos; en León, zorros, equinos y aves mientras que en Burgos abundan los cérvidos, según se recoge en un estudio de RACE para la Dirección General de Tráfico.

Daños materiales

Pero los jabalíes no son los únicos que campan por las carreteras estatales (A-52 , N-525 y N-120, sobre todo), autonómicas(OU-540, OU-536, OU-504 y OU-531 fueron las más siniestras en 2016) o incluso locales, en tanto que ya bajan hasta la ciudad, sino que la presencia del corzo se hizo cotidiana. Hace una década no rebasaba la anécdota. "Con corzos implicados hace 10 años apenas había colisiones y el año pasado tuvimos 301 accidentes, es decir, uno al día y en cambio es extraño ver cabras, ovejas o vacas en los pueblos", valora el jefe provincial de Tráfico, David Llorente.

Aunque la inmensa mayoría de estos percances, en torno al 94%, se salda con daños materiales, Benito Bouzada, experto en seguridad vial de Stop Accidentes, recuerda que "todos ellos entrañan una situación de peligro al volante".

En la mayoría de los accidentes con resultado de víctimas mortales o graves en los que se ve involucrado un animal, el daño sobre los ocupantes se produce por maniobras evasivas realizadas por el propio conductor, más que por el propio impacto directo con el ejemplar. De hecho, fuentes de Tráfico recomiendan no realizar maniobras evasivas (volantazos) y embestir al animal. El accidente más grave en Ourense ocurrió precisamente cuando el conductor trató de esquivar a tres jabalíes que irrumpieron en la autovía Rías Baixas, sentido Porriño, a su paso por Cenlle. Sucedió el 20 de septiembre de 2013: murió un joven y otro resultó herido de gravedad (parapléjico) en la salida de vía.

Soluciones

La solución no se antoja fácil ni única. La más extendida es el vallado de las vías, solución bastante eficaz en el caso de las autopistas, pero poco útiles en las carreteras convencionales con entradas a fincas particulares o con incorporaciones de otras vías. En la A-52, por ejemplo, sortean la valla de protección: por las entradas/salidas de la autovía, porque rompen la alambrada y entran por debajo o bajan ciertos taludes.

Otras como los pasos exclusivos de fauna o los repelentes olfatorios (para cérvidos y jabalíes), reflectores, pantallas con siluetas de rapaces para las aves -las fuerzan a que cambien su trayectoria- no tienen presencia en la provincia.

Las posibles soluciones, destaca Bouzada, deberán tener en cuenta factores como el tipo de animal al que va destinada la medida de protección, la infraestructura del lugar o la orografía de la zona.

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