DÍA MUNDIAL CONTRA EL VIH

El Comité Antisida reclama más ayudas para continuar su labor

Recuerda que Ourense fue pionera en España con su casa de acogida

Jesús "Polo" Álvarez, presidente del Comité Ciudadano Antisida, fue el encargado de leer el manifiesto que, con motivo de la celebración del Día Internacional de la lucha contra esta enfermedad, recoge las inquietudes y reclamaciones del colectivo de enfermos y familiares. Álvarez recordó, frente a la estatua de Eduardo Blanco Amor con un lazo rojo, que "Ourense cuenta con una casa de acogida que fue pionera en España" y que en estos momentos "ha visto reducida desde 2008 las aportaciones de las instituciones a la mitad". De hecho, destacó que los trabajadores de este centro todavía no han cobrado a día de hoy, lo que obliga a "pedir créditos a los bancos para afrontar estos pagos, lo que a su vez merma aún más ese presupuesto".

Esta reducción de las aportaciones viene, sobre todo, en el capítulo de aportaciones de la Xunta, paliadas en parte "por el dinero que nos llega desde Diputación y Concello", en este último caso con una partida de 27.000 euros, de los 64.000 aprobados para entidades sin ánimo de lucro, para este año 2015, que se unen a los 37.000 destinados a Proyecto Hombre y ATOX.

Apolinar Álvarez recordó que esta reducción drástica de recursos ya se ha traducido en el cierre de los Comités Antisida de Lugo y Santiago.

Por otra parte, y en cuanto al estado actual de la enfermedad, reconoció que "está bajo control médico actualmente", pero recordó que hay grupos marginales que siguen viviendo en la calle con grave riesgo de contagio, y que son a los que ha venido atendiendo durante estos últimos 20 años esa casa de acogida.

Además, pidió que se continúe "trabajando en las labores de prevención y divulgación", un tanto abandonadas en los últimos años por las administraciones, "debido a la crisis" y que considera que "en estos momentos en que parece que salimos de ella" deberían retomarse. De hecho, reconoció que "ha habido un leve repunte de contagios nuevos" y también debido al "aumento de población sin papeles, especialmente en ciudades grandes".

La lectura del manifiesto contó con la presencia de enfermos como un afectado -que quiere conservar el anonimato-, natural de Castilla y León, de 54 años, que se enteró de que tenía la enfermedad "hace 23 años, porque tuve un problema en la vista y me diagnosticaron sida". Era una enfermedad nueva, de la que prácticamente no se conocía nada y siguió trabajando como mecánico ajustador "durante seis o siete años, sin preocuparme mucho por el tema" hasta que se vio obligado a tomar medicación. El contagio cree que le llegó "por compartir una jeringuilla. Yo vivía en un barrio donde entraba mucha droga y caímos muchos".

Ahora ve una mejora en cuanto al control médico de la enfermedad, pero avisa que es importante mantener las precauciones en casos como los de relaciones sexuales.

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