El proyecto funcionará en 2019, coordinado por una docente ourensana
La UVigo inicia los trámites para la creación de un comité ético que vele por la responsabilidad de los miembros de la institución académica en cuestiones como la investigación, la docencia o la transferencia. "Pretende ser una reflexión pausada de todo este tipo de cuestiones, y el plagio será algo que se trabaje. Todas las universidades somos conscientes de la amenaza que supone y la lucha contra esta práctica es una de las condiciones para que la UVigo sea una universidad top, de la élite mundial", especifica María Isabel Doval, vicerrectora de Responsabilidad Social, Igualdad y Cooperación y docente en la Facultad de Educación del Campus ourensano, que se encargará de la coordinación del proyecto.
"El plagio es algo grave"
"Lo primero que tenemos en cuenta es que los casos de plagio son puntuales, pero muy mediáticos. Se detectan casos y se actúa. Aunque no es algo universalizado, copiar para nosotros no es una forma de picaresca inocua, es algo grave porque supone una falta de respeto a la comunidad académica, al profesorado, al alumnado y a uno mismo", subraya Doval.
Con todo, el "caso Máster" y la famosa tesis de Pedro Sánchez que reavivaron el tema del plagio en las universidades, hace patente la necesidad de un marco común que regule estas prácticas. Hasta ahora, cada facultad funciona con su propia normativa interna, aunque en la mayoría de casos se observa el mismo proceder: ante una detección, suspenso inmediato. Sin embargo, las herramientas de las que se valen los docentes difieren de un centro a otro. Turnitin, el famoso software antiplagio, se utiliza en el Campus ourensano, pero no es efectivo en algunas titulaciones como Ingeniería Informática. El director de la escuela, Francisco Javier Rodríguez, comentó su inefectividad en un título en el que se evalúan cuestiones como códigos fuente que este sistema es incapaz de analizar. "Está bien que los centros tengan su propia autonomía, pero todo dentro d un marco común", opina Doval.
El comité ético se concibe como una "hoja de ruta sobre cómo se ha de actuar en una universidad", según la coordinadora, que adelanta que el proyecto, en fase de análisis, entraría en vigor en 2019. "Queremos poner los pilares para un cambio cultural más amplio, se trata de prevención más que de herramientas informáticas", destaca Doval. "Se aglutinará en un grupo de expertos de profesorado, alumnado y personal de administración", añade la coordinadora.
