La oposición trasladó a la junta de Seguridad Ciudadana las quejas por nuevos puntos de menudeo
El malestar de muchas familias por el trapicheo de drogas entre menores de edad que se produce en la ciudad llegó ayer a la junta de área de Seguridad Ciudadana. Lo hizo de la mano del concejal de Democracia Ourensana Armando Ojea, que puso sobre la mesa las numerosas quejas de las que su partido ha tenido constancia en las últimas semanas, sumándose también la edil del PSOE Juana Ageitos, que confirmó la exposición del concejal de DO y aportó varias experiencias sobre este tema, en zonas donde antes no se producía, como el entorno del centro comercial Ponte Vella. Según trasladaron en la reunión, es frecuente que adolescentes se reúnan tanto en la plaza donde se instalan las terrazas como en la parte superior, para trapichear con pequeñas cantidades de droga, especialmente hachís.
Todo esto fue escuchado con atención por el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, que se comprometió a reforzar la vigilancia, hablando por un lado con la Policía Local, para que incremente su presencia en esta zona, así como a ponerse en contacto con la Policía Nacional para que esta también pueda potenciar el control sobre esta práctica.
Sin embargo, a la Policía Nacional, que vigila estas situaciones a través de su Grupo de Estupefacientes, asegura que en su lista de "puntos negros" de la ciudad no aparece, por el momento, este enclave. Señalan, no obstante, que sí es habitual que varios grupos de jóvenes se reúnan para consumir alguna sustancia estupefaciente, pero que, desde hace unos meses, se ha estrechado la vigilancia, en colaboración con los guardias de seguridad del centro comercial. El complejo cuenta, además, con cámaras para controlar lo que sucede. Con todo, el cuerpo aumentará su presencia para detectar cualquier práctica de esas características.
El control del consumo y el trapicheo de droga entre menores es una de las principales preocupaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local tienen en marcha campañas para erradicar esta práctica en los centros escolares.
