APARCAMIENTO

El Concello trabaja en un parking disuasorio tras varios intentos fallidos

photo_camera Parcela de la estación de autobuses, en la que se prevé construir un parking disuasorio

No es la primera vez, sin embargo, que las administraciones públicas plantean en Ourense la habilitación de estos equipamientos, sin que hayan pasado del papel

Hace tres semanas, el gobierno local de Ourense anunciaba su intención de que la parcela que acoge actualmente la estación de autobuses en el barrio de O Pino se convirtiese, una vez que las obras de la intermodal estén ejecutadas, en un aparcamiento disuasorio. El objetivo de esta medida sería dotar a aquellos conductores que llegan a Ourense de una zona con facilidades para dejar a buen recaudo su vehículo y mejorar la movilidad del centro de la ciudad, potenciando también el uso del transporte público.

No es la primera vez, sin embargo, que las administraciones públicas plantean en Ourense la habilitación de estos equipamientos, sin que hayan pasado del papel. Fue la Xunta, en el año 2012, quien diseñó un plan sectorial para construir parkings en seis zonas periféricas de la ciudad, lo que hubiese supuesto alrededor de 1.000 nuevas plazas.

No obstante, el proyecto lleva estancado desde junio de 2013, cuando se aprobó el trámite de memoria ambiental, sin que se hayan conocido novedades desde aquella fecha. Las áreas elegidas por el Gobierno gallego para habilitar los aparcamientos disuasorios fueron el barrio de O Couto, el entorno de Expourense, el campus universitario, la estación del Empalme, en la futura variante norte y en el acceso centro a la ciudad.

Estas necesidades quedaban perfectamente recogidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible elaborado en el anterior mandato, que indicaba el "claro déficit de plazas de aparcamiento" al que tienen que hacer frente los ourensanos.

Por ese motivo, el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado inicialmente, que sigue pendiente de avances para poder trabajar en darle luz verde definitivamente, contempla un aparcamiento grande en el enlace de A Casilla y otros más pequeños en San Francisco, rúa Río Mao, O Couto o avenida Otero Pedrayo.

Ahora, se suma la iniciativa liderada por el concejal de Infraestructuras, José Araújo, para garantizar el futuro uso de la parcela de la estación de bus, que preocupa seriamente a los vecinos de la zona, que han transmitido en innumerables ocasiones su inquietud por el futuro uso del terreno, que consideran muy importante para el desarrollo del barrio.

Subterráneos
Tampoco ha ayudado para mejorar las condiciones de aparcamiento la imposibilidad de llevar a cabo la construcción de nuevos equipamientos subterráneos, tanto en el centro de la ciudad como en los barrios.

Los concejales ourensanos han tratado en numerosas ocasiones en los últimos meses la posibilidad de sacar adelante nuevos parkings, como por ejemplo en el último pleno, cuando Democracia Ourensana planteó que se retomara el proyecto para el barrio de A Ponte, que llegó a ser adjudicado en 2010, pero que quedó paralizado. El gobierno local confía en que la próxima construcción del estacionamiento de la futura intermodal, con unas 300 plazas, alivie la escasez a la que tienen que hacer frente los vecinos de la zona.

Otro barrio necesitado de una infraestructura de esas características es O Couto, donde al pabellón de Os Remedios, con una importante actividad, se unió hace más de un año el nuevo edificio judicial, con la previsión, además, de que en unos meses se complete la obra que permita abrir el centro de salud.

Las alternativas planteadas (rúa Dalí, debajo del pabellón o cerca de los juzgados) no cuentan, por el momento, con los informes a favor para poder llevarlos a cabo.

Por otro lado, el pasado verano, se planteó la posibilidad de reactivar la construcción de un aparcamiento en As Lagoas, en el entorno de la residencia universitaria, aunque sus promotores han frenado los estudios al entender que sería inviable económicamente.

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