ECONOMÍA

Los concellos duplicaron en 2016 su superávit, que llegó a los 24 millones

25-03-10 edificio del concello de O Barco de Valdeorras
photo_camera El Concello de O Barco de Valdeorras fue uno de los municipios ourensanos con mayor superávit el pasado ejercicio.

Trece ayuntamientos cerraron el ejercicio con más gastos que ingresos, nueve menos que el año anterior, según Hacienda

La gestión económica municipal en la provincia de Ourense es arroja, por regla general, resultados positivos, confirmando que las entidades locales han sido las administraciones que mejor han ido sorteando las visicitudes de la crisis, lo que les ha llevado a reclamar al Gobierno central a través de las federaciones de municipios, tanto a nivel gallego como estatal, una flexibilización del corsé que les impide gestionar los fondos que cada año generan.

Según el balance publicado por el Ministerio de Hacienda, los concellos duplicaron en un año su superávit hasta situarlo por encima de los 24 millones de euros, tras liquidar las cuentas con unos ingresos de 274,2 millones y unos gastos de 250, cuando en el año 2015 el saldo positivo se quedó por debajo de 13 millones.

Esta situación vino empujada, principalmente, por dos motivos. En primer lugar, por el tirón del Concello de Ourense, cuyo presupuesto supone más del 40% y arrojó el pasado ejercicio un superávit de más de 13 millones, tras llevar sus ingresos por encima de los 110 millones.
También cerró en cifras reseñables el pasado ejercicio el Concello de O Barco, con algo más de un millón. Ya por debajo de las seis cifras, se situaron Pereiro de Aguiar (973.000 euros) y Xinzo de Limia (681.986).

El segundo motivo que ha llevado a esta situación pasa por una gran parte de los municipios de la provincia que consiguieron corregir su situación en relación con el año anterior. En 2015, un total de 22 ayuntamientos cerraron sus cuentas con más gastos que ingresos, mientras que en el último balance conocido, la cifra se reduce a 13.

La lista de concellos en "números rojos" la encabeza San Cristovo de Cea, con un déficit que se acercó a los 300.000 euros, mientras que le siguen, ambos por encima de los 200.000, Carballiño y Castrelo de Miño. La villa del Arenteiro fue la única de las cabeceras de comarca que no pudo cuadrar sus cuentas, una lista en la que también están Lobios, Montederramo, Calvos de Randín, Cualedro, Piñor, Vilar de Barrio, a Mezquita, Nogueira de Ramuín, Muíños y Lobeira.

De todos ellos, repiten con saldo negativo en relación con 2015 los ayuntamientos de San Cristovo de Cea, Piñor, Calvos de Randín y Nogueira de Ramuín. 

Una lucha continua para poder invertir los fondos

Las federaciones gallega y española de municipios y provincias encabezan desde hace años una lucha continua para que los concellos tengan libertad para reinvertir el superávit generado durante los últimos ejercicios en inversiones beneficiosas para los vecinos, como en política social.
Han sido muchos ayuntamientos, como por ejemplo Ourense o Barbadás, los que han planteado mociones en los plenos municipales para lograr un acuerdo en este sentido y trasladarlo al Gobierno central, que hasta ahora se niega en rotundo en ceder en sus posicionamientos.

El principal destino de los saldos positivos que se han ido registrando (en los últimos cinco años, la suma asciende a 85 millones en la provincia) ha servido para disminuir las deudas municipales, que a finales de 2016 se situaba en 55 millones, un 28% menos que el ejercicio anterior.

Se da el caso, por ejemplo, en la ciudad, que en unos meses alcanzará la "deuda cero", con un remanente de tesorería (el ahorro generado) que suma alrededor de 50 millones de euros, que no podrá gastar salvo en circunstancias especiales. En las variables que maneja para elaborar su presupuesto municipal, parte de unos gastos de poco más de 100 millones, mientras que los ingresos iniciales son de 105, lo que supone empezar ya el ejercicio con superávit. 

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