Son numerosos los paseantes y deportistas que frecuentan los senderos que recorren las orillas del Miño y que critican la falta de vigilancia desde la zona de Oira hasta las termas de Outariz.
El dispositivo de búsqueda en torno a Socorro Pérez, la joven de 43 años desaparecida desde el 2 de mayo tras salir a hacer deporte, por el río Miño y caminos adyacentes va menguando día a día. Solamente en horario de mañanas, voluntarios de Protección Civil rastrean, a pie las orillas del río Miño desde Oira hasta las termas de Outariz, lugar por donde se empezó a buscar a Socorro en el momento en el que se denunciaron los hechos.
Mientras tanto, los paseos que recorren las márgenes del río Miño continúan siendo el lugar elegido por muchas personas y deportistas de la ciudad. "El hecho de que una chica haya desaparecido no puede hacer que sintamos miedo, por esa regla de tres no saldríamos de casa", explicó una señora, "fiel a los paseos después de trabajar".
Aún así, toda precaución es poca. "Yo siempre vengo con mi marido o con alguna amiga. Es verdad que nunca me ha pasado nada, pero no es la primera vez que veo cosas raras", apuntó otra paseante. Una pareja de deportistas recalcó que "siempre venimos de día porque nos sentimos más seguros".
Todos coinciden y critican la falta de vigilancia en la zona. "Hace años todavía se veía algún policía por los paseos del Miño, ahora no viene ninguno", explicaron. "No creemos que tener a una pareja de agentes vigilando la zona suponga tanto coste y tanto trastorno como para no hacerlo y así todos estaríamos más tranquilos", añadieron.
Precisamente, la familia reclamó ayer a las autoridades en el transcurso de una concentración en la Universidad Laboral que prosiga la búsqueda, pues el dispositivo de agentes policiales, bomberos y Protección Civil desplegado fue reducido en los últimos días, tal como confirmó María del Carmen Yáñez, prima de la desaparecida y compañera de trabajo en la Universidad laboral, donde ambas y otras 20 compañeras trabajan en la limpieza de las aulas del centro de educación secundaria y las instalaciones anexas de la residencia de estudiantes. Habló en nombre de la familia que se encuentra en un "sinvivir y destrozados", según ha dicho, pues no tienen noticia ninguna de la desaparecida.
"Era reservada e iba mucho a lo suyo, pero se llevaba bien con todo el mundo y el último día de trabajo antes de desaparecer, el jueves 20 de abril, estuvo bromeando en el momento del bocadillo", detalló. La mujer desaparecida reside en el barrio de O Couto y lleva en su puesto de trabajo casi veinte años. La familia, según su prima, "no sospecha de nada" y no encuentran "ninguna explicación" a la desaparición "por más vueltas que se le da a la cabeza", agregó.
Por su parte, el director del centro escolar, José María Carballeira, y el de la residencia de estudiantes Bernardino Pérez, participaron en la concentración convocada para el mediodía de ayer ante la Universidad Laboral. Acudieron las trabajadoras de la limpieza pero también los profesores y alumnos del centro para "llamar la atención sobre el caso y que no quede en el olvido", según Pérez.
"Es un acto solidario para manifestar la preocupación que sentimos ante lo ocurrido y para instar, en la medida de lo posible, a que se sigan haciendo esfuerzos para conseguir alguna noticia sobre Socorro", añadió Carballeira.
