ENTREVISTA

Sebastián Mora: "La conciencia afectiva permite ver la realidad"

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photo_camera Sebastián Mora.

Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española, protagonizó la segunda jornada de la X Semana de Teología 

Romper con la cultura de la indiferencia y comprometerse con la realidad social fueron las premisas centrales sobre las que versó la conferencia impartida ayer por el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, en el Liceo, enmarcada en la X Semana de Teología en Ourense. Un alegato en defensa de reconstruir la sociedad, puesto que, como apunta Sebastián Mora, "el mundo no se cambia sólo con ideas, sino que requiere un compromiso concreto con las personas".

¿Qué mensaje acoge la propuesta “Vivir la compasión en una sociedad del descarte"? 

Por una parte habla de una sociedad del descarte, es decir, un mundo en el que se está expulsando a personas, donde los derechos humanos están desapareciendo como horizonte de realización y en donde la indiferencia más emocional está pasando a nuestro lado. Y, por otra, se refiere a la compasión como valor, virtud e impulso que nos ayuda a ir rompiendo con esa cultura de la indiferencia e impotencia que hace bajar día a día los ideales. 

¿Dónde se pueden encontrar estas muestras de desapego en el día a día ?

Van desde cuestiones muy cotidianas hasta otras más amplias. Están, por ejemplo, cuando miramos a una persona que pide limosna con distancia y prejuicios, mientras pensamos en si nos engañará. Pero también pasa en los movimientos migratorios donde, de pronto, se ve un impulso a raíz de una foto de un niño y al día siguiente ya no se trata el tema. Puesto que, mientras nosotros hablamos de fútbol, en el Mediterráneo siguen muriendo cientos de personas.  

¿Cómo romper con la cultura del descarte?

Para salir de ella tenemos que aprender a tener una conciencia afectiva. Estamos llamados a hacer tres cosas, especialmente los cristianos. Quitarnos las gafas que nos llevan a ver una sociedad idílica y sin problemas y ponernos las de Jesucristo, que miran al pequeño y al frágil. En segundo lugar, tenemos que vincularnos y estar cerca de esas personas. Lo cual también pasa por reconstruir alguna realidad a nuestro alrededor, como por ejemplo en el vecindario o en el trabajo. Y, en último término estamos llamados a construir relaciones sociales. Apostar por una realidad distinta que prime el bien común, y esto significa participar también en la vida cívica, política y social. 

¿Cómo relacionar el pensamiento teológico con el mundo actual?

La tesis que sostengo es que la compasión, en concreto la compasión cristiana, puede ser uno de los elementos para salir de esa cultura del descarte, porque retira las persianas para desvelar la realidad, busca comprometernos con el otro y reconstruir una sociedad en donde haya justicia, coherencia y compromiso. 

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