La Audiencia valora la reparación del daño al entregarle 70.000 euros
Antonio Diéguez Castro (61 años) ha sido condenado por la Audiencia a tres años y medio de prisión por las graves lesiones (siete puñaladas) que le causó con una navaja a un vecino de A Teixeira, Julio G.F., con el que mantenía malas relaciones, tras una ataque sorpresivo al encontrarse en un camino. La condena dista mucho de los 14 años o 14 años y medio de cárcel que pedía el fiscal y la acusación particular, respectivamente por un delito de tentativa de asesinato.
La Audiencia le condena por un delito de lesiones ya que considera que, aunque el propósito del inculpado era matar a su vecino, valora el hecho de que evitó la consumación del delito al recabar el auxilio de los servicios sanitarios de urgencia a los que les comunicó la gravedad de las heridas y les facilitó su ubicación geográfica. La sentencia recuerda que la doctrina de la sala es condenar por lesiones cuando se da un desestimiento eficaz "pese a que la inicial acción del agente estuviese motivada por una clara intención homicida". Asimismo, destaca la sala, el procesado recabó la ayuda de su mujer e hijo para socorrer el herido.
En la imposición de la pena, se aplica la atenuante de reparación del daño. Diéguez Castro desembolsó 70.000 euros antes de la celebración del juicio para resarcir los perjuicios sufridos por la víctima, a la que no podrá acercarse a menos de 300 metros durante cinco años. La indemnización para el perjudicado quedó fijada en 90.000 euros, además de 6.747 para el Sergas por los gastos hospitalarios ocasionados.
Los hechos que llegaron a juicio sucedieron el 21 de noviembre de 2010 cuando acusado y víctima se encontraron en un camino próximo a la casa de esta última en la localidad de Nogueira (A Teixeira). Ambos se increparon al cruzarse pero Diéguez Castro "de forma sorpresiva e inesperada sacó una navaja y le asestó con ella repetidas puñaladas con la intención de poner fin a su vida".
