Fuentes de la defensa indicaron que el recurso de casación ante el TS se basará en la existencia de una tercera persona "que quedó sin investigar"
El acusado de robar y matar a su abuela a martillazos, Luis Pérez Rodríguez, recurrirá ante el Tribunal Supremo la sentencia de la Audiencia Provincial que lo condena a 19 años de prisión y lo incapacita para heredar de la víctima, además de condenarle a indemnizar a la hija de la fallecida con 80.000 euros.
Fuentes de la defensa indicaron que el recurso de casación ante el TS se basará, tal como se defendió durante el juicio celebrado hace una semana, en la existencia de una tercera persona "que quedó sin investigar" en los hechos ocurridos en agosto de 2012 en la vivienda del acusado, Luis Pérez, y de su madre adoptiva, de 76 años y abuela biológica del agresor.
Otro argumento para el recurso, también expuesto en el juicio es que los hechos "no cumplen" los requisitos para tipificarlos como delitos de robo con violencia y homicidio pues "no quedó acreditado" que el hecho de matar tuviese como finalidad el robo, pues éste no está probado.
En su sentencia, los magistrados de la Audiencia Provincial tuvieron en cuenta agravantes de parentesco y de abuso de superioridad para ambos delitos. Además, aplicaron la reincidencia para el delito de robo con violencia pues el acusado tenía previamente dos sentencias firmes del año 2010, una por robo y otra por robo con violencia, con sendas condenas a dos años de prisión.
La sentencia recoge como probado que el acusado mató a la abuela el 6 de agosto en la vivienda que compartían con "ánimo de hacerse con dinero de ésta para obtener sustancias tóxicas, usó un cable y otro instrumento no determinado" para apretar el cuello de la mujer con intención de causarle la muerte. Luego la golpeó de forma reiterada en la cabeza, hasta en 31 ocasiones, y otras partes del cuerpo. Como consecuencia de "tan brutal agresión" la mujer sufrió lesiones y asfixia.
Después de matarla, según el tribunal, el acusado envolvió el cuerpo con una alfombra y abrió la habitación de la víctima, que estaba cerrada con llave "ante el temor que le inspiraba a ella el acusado". Allí, se hizo con 300 euros y cartillas del banco
Los magistrados consideran que quedó "debidamente acreditada" la relación causal entre el robo y el homicidio, pues "resulta patente que la madre del acusado se vio obligada a cerrar su habitación con llave "para evitar precisamente la entrada del acusado en ella".
