El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense ha condenado a Carlos L. M., ourensano de 46 años, como autor de
un delito de coacciones con una multa de 12 meses con una cuota diaria de tres euros. Recoge la sentencia que si el condenado no satisficiere ese importe, quedará sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria de un día de prisión por cada dos cuotas diarias no pagadas.
Los hechos sucedieron en noviembre de 2012 cuando el condenado, suministrador de bebidas de un bar de Viana do Bolo, accedió al local, con el fin de llevarse el equipo de sonido, propiedad de la gerencia, para presionarla a fin de que saldara una deuda de casi 4.500 euros, no reclamados hasta ese mismo día. Durante la disputa, Carlos Limia recurrió a la fuerza como modo de coacción al hostelero vianés.
