EN CLAVE

La Constitución, eterna reforma

Lo de menos es saber qué se reforma de la Carta Magna. Lo que mola es apuntarse a las obras de cambios de tabiques y pintura. Por lo demás, que el AVE llega con retraso solo faltaba que lo dijese el ministro.

Lunes, 5 de diciembre | Las fiestas están para portarse mal

Tengo un amigo de los que vale para la juerga. Es más, creo que sobre todo vale para la juerga, que es una virtud como cualquier otra. A ver, no es una virtud teologal como la fe, la esperanza y la caridad pero se le parece. Cuando nos vemos, menos ahora que hace unos años, suele despedirse pidiéndome que me porte bien, pero añade presto: ¡pero si decides portarte mal, llámame! Cómo habrá pasado esta semana, pensé cuando escribí estas líneas. Un día de fiesta, otro de curro, otra vez fiesta, otra vez verle la jeta al jefe. Debe estar para el arrastre el colega este que tengo. Esta semana ha sido un poco caótica, con los festivos caídos por el martes  y el jueves, arreglándole va vida a las cafeterías, pero poco más. Hubo un tiempo en que un presidente prometió echar mano de la anarquía de los puentes y los festivos a troche y moche. Pero nada se ha vuelto a saber. Di tú que fue el mismo presi que prometió solucionar el paro en quince días y a lo mejor esto se le olvidó también. Al menos mi amigo la goza. Tengo que pensar un día en portarme mal, a ver si le llamo.

Martes, 6 de diciembre | Si habla el ministro, hay confirmación 

En tiempos se decía que uno no está muerto hasta que no sale su esquela en tal periódico. O sea, que los que no tienen sus nombres en las necrológicas jamás han pasado por el óbito. Con algunas noticias pasa lo mismo. No es que se necesite confirmación oficial, es que se necesita la esquela en forma de titular a cinco columnas, como el publicado por este periódico en su página 2. Desde hace meses la promesa de que el AVE llegaría en el 2018 ya no valía ni como promesa electoral, que Madrid quedase a dos horas y media en dos añitos no convencía ni al más crédulo con  las tesis peperas. Estas páginas publicaron que la alta velocidad ferroviaria no entraría en Galicia hasta sabe Dios cuándo, que es una fecha bisiesta como mínimo. Ah, pero no lo había dicho el ministro. El titular de Fomento, señor de la Serna, sugirió que el AVE es un guiso que hay que cocer a fuego lento. O sea, que de fechas mejor ni hablar. Por lo tanto, confirmación plena. Estamos donde estábamos. Las fechas, imposibles; las promesas, truncadas y las protestas, servidas. Por lo demás, el AVE lleva camino que ser otro aldraxe para Ourense, que es lo que nos gusta lamentar.

Miércoles, 6 de diciembre | Un debate que se vuelve contagioso

De la mujer trabajadora se habla, sobre todo, el 8 de marzo. Del sida, el 1 de diciembre. De los derechos del niño, el 20 de noviembre. De la Constitución Española, claro, el 6 de diciembre. También este año, faltaría más. Se dedica un día a esas cosas porque los otros 364 quedan en el olvido, lo cual es un sarcasmo. Cada 6 de diciembre nos reconfortamos con la cultura ciudadana, nos alejamos de aviesos pensamientos que nos hacen sospechar que somos iletrados o ágrafos. Todo el mundo engola la voz para proclamar que hace falta reformar la constitución, que el texto ha envejecido. No pocos medios titulan que equis españoles apuestan por reformar, que Rajoy enfría la necesidad de poner tippex al articulado. De pronto reparamos en que todos sabemos qué hay que reformar y para qué. ¿Sabe usted qué debemos hacer con el artículo que se refiere a la sucesión monárquica? ¿Cómo debemos definir ahora el solar este en el que vivimos: nación; tal vez, nación de naciones? ¿Que el ejército garantiza la unidad y la independencia de España? ¿Que las competencias pueden estar distribuidas en las comunidades autónomas o que éstas, ya no deber llamarse así? ¿Que en vez de derecho a una vivienda digna debe darse cobertura al movimiento okupa? ¿Que el derecho a un trabajo incluye salarios por debajo del SMI? No me diga que a usted este asunto no le quita el sueño. No puedo creer que tal empeño no sea motivo de debate en casa y en el trabajo. Acaso no le provoca sarpullido no tener una idea fecunda sobre qué hace con tan sesudo asunto. A mi tampoco. Al resto, tampoco. Pasado el 6 de septiembre busque usted informaciones sobre la reforma constitucional. Como de la mujer trabajadora, los derechos del niño o el sida. Hasta el año que viene.

Jueves, 7 de diciembre | Elecciones tras un año odiándose

Los dirigentes de la Confederación de Empresarios de Galicia han dedicado este año a ventilar sus odios personales, consiguiendo sus propósitos: poner la credibilidad de la entidad por los suelos. Ahora se convocan elecciones (otra vez) para enero. ¿Otro año perdido jugando a los soldaditos de plomo?

Viernes, 8 de diciembre | Como si afectase a todo un barrio 

Una frase bastante socorrida proclama que no se pueden alimentar hambrientos con estadísticas. Esta disciplina concluye que más de 27.000 ourensanos han necesitado ayuda de Cáritas para subsistir este año, mientras crece el número de personas en emergencia social. La cifra en sí es un poco fría. Una cuantía importante, según con qué la comparemos. Imagínese ahora que todo el barrio de A Ponte (esas más de 27.000 personas) han tenido serios problemas para subsistir. ¿Serio, no?

Sábado, 9 de diciembre | Una buena lección, pero para ambos

La información de ayer sobre el decrépito estado en el que están gran parte de los edificios y los comercios de la calle Progreso es un auténtico epitafio social. Una ciudad que no tiene estrategia para impedir semejante panorama no nos deja en muy buen lugar. A todos. Los dueños se muestran incapaces de detener el deterioro pese a ser una de sus obligaciones. El Concello no ha planificado nada que impida esa mancha. Los arquitectos y demás técnicos tampoco levantan la voz sobre un patrimonio que ellos ayudaron a levantar y que se viene abajo. Pocas ciudades (¿ninguna?) tiene ese borrón en su expediente.

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