El continuo cierre de negocios apaga el tirón comercial de la calle Progreso

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photo_camera Locales comerciales en la capital

El último de estos cierres ha sido el de la tienda de numismática y filatelia Álvarez, que estaba situada justo frente a la gasolinera de Pérez Rumbao.

Una de las arterias comerciales de referencia de la ciudad durante el siglo pasado, hasta bien entrados los años 80, la calle Progreso, vive con la entrada del nuevo siglo un progresivo deterioro en cuanto a establecimientos comerciales se refiere. Un goteo constante en el cierre de locales que, o bien lo hacen definitivamente o bien se trasladan a otros puntos de la ciudad, aunque sin abandonar el centro.

El último de estos cierres ha sido el de la tienda de numismática y filatelia Álvarez, que estaba situada justo frente a la gasolinera de Pérez Rumbao. En su caso ha sido un traslado a otra calle muy próxima, Alejandro Outeiriño. Pero junto a este local de referencia para los amantes del coleccionismo, otros han ido cerrando sus puertas en esta misma calle a lo largo de los últimos años y meses, como las ferreterías Hermanos González o Llamas, la juguetería Luyte o la frutería La Mexicana, entre otros.

La crisis está detrás de algunos de los cierres. Pero, junto a esta razón evidente, hay otras que apuntan los pocos que aguantan en esta arteria comercial –"que era tan importante como la calle Paseo", según subraya Marcial Tomás Feijóo– desde el siglo pasado. Entre ellas, la desaparición de las paradas de autobús en Doctor Fleming o la falta de relevo generacional.

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