rutas de val y montaña

Un corto paseo por las puertas de la ciudad

Montaña Val Chicho Outeiriño
photo_camera Vista desde la ruta de la presa de Castadón, primera de las de abastecimiento de agua a la ciudad.

Cruzar un puente romano, asomarse a un embalse o coronar un antiguo castro. Reconfortante, económico y saludable. ¿Qué más se puede pedir? ¿Que sea cerca?

Sin necesidad de traslado alguno, innumerables rutas pueden hacerse pisando tierra a pocos minutos en  torno a nuestra urbe. Ventajas de una ciudad que, como pocas, te permiten hallarte en el monte o en un ambiente natural en pocos minutos. Es un privilegio por habitar en una ciudad en torno a los 100.000 habitantes.

La ruta de hoy, muy aconsejable para los novembrinos tiempos,  de menos luz, es una de esas que de tan manidas, o eso creemos, te lleva por la periferia urbana de oeste a este, como rodeando el río Loña, ese que nace en las faldas de la Serra da Meda en las cercanías de la ermita da Virxen do Monte y que en su discurrir da nombre a aldeas y barriadas cuando se muere en el Miño, en la misma ciudad. Esta ruta puede ser una alternativa para que los que hacen la llana en torno al río Miño de Ourense - Outariz - Oira se metan un poco más de caña en las duras rampas. Una ruta que tiene sus accidentes orográficos, fuertes pendientes, aunque breves, y un andar más apto para la montaña de lo que parece. Recorre un castro, pasa al lado del nutricio embalse de Castadón y podría bajar en los senderos que se cuelgan al río si no fuese que por cierta peligrosidad no se aconseja su tránsito por ellos hasta que se ponga barandal o cuerda.


Miño- Mende-Santo Tomé


Ruta señalizada, pero en la que resaltaremos lo más notable desde la salida por el paseo del Miño desde a Ponte Vella, o de la misma Loña, remontando el curso del río donde se toma por paseo de la ribera izquierda desde el Ponte Loña de origen romano pero hoy de arco apuntado; una pasarela de madera por casi todo el tramo nos deja frente al colegio de Mende, por cuyo lateral oeste sube un camino que nos conduce a otro amplio, amurado, como de 4 metros, pavimentado en su mayor parte hasta el que coronando la aldea de Santo Tomé, subimos hasta el castro en parte excavado en torno al monte donde predomina el alcornoque, la "sobreira". Allí mismo vale la pena asomarse para ver las pozas, cascadas y el rugir del río Loña que recibe las aguas de la inmediata presa de Castadón. Vistas de la ciudad desde este castro romanizado.


Minicentral-Ceboliño


Desde el castro el sendero muy accidentados entre "sobreiras", "carballos" y, sobre todo, mimosas va subiendo y bajando hasta ponernos al nivel de las represadas aguas de Castadón por estrechísimo camino que pasa al lado de un poldrado puente por el que no se aconseja el tránsito, por lleno de musgo y en tiempos de humedad por eso desaconsejable, continuando hasta la tubería de presión de la minicentral que recibe sus aguas tomadas arriba y canalizadas hasta el estanque desde donde, entubadas, hacen rotar a los generadores eléctricos.

Paso del río allí mismo y una dura rampa nos coloca al nivel de la carretera de Trives, que sin tomarla nos vamos por lateral pista pasamos bajo puente y accedemos a la parte baja de Ceboliño.


Mende-Bamio


Acceso a carretera, pero a menos de 100 metros baja un acimentado camino que nos deja bajo el viaducto de Ceboliño, y es en O Carroleiro donde siguiendo paralelos a la carretera accedemos a derecha por una bajada pronunciada, acimentada para llegar a pista térrea entre frondosas y el pinar que nos llevará a Mende desde donde, subiremos al Bamio, que fue polideportivo de tenis cubierto que después de no pocas dificultades acabaría cerrándose y así permanece, milagrosamente sin actos vandálicos o robos, como habitual en estas instalaciones. Paso por el Campus este y retorno por el oeste o por donde queramos.

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