'Las cosas están muy mal para el teatro pese a las ayudas'

 (Foto:  )
El polifacético artista ourensano Fernando Epelde acaba de convertirse en uno de los seis seleccionados por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem) para participar en el III Programa de Desarrollo de Dramaturgias Actuales gracias a su proyecto teatral 'La cara pública'
¿Qué supone para usted haber sido elegido para este programa?
Es una oportunidad muy importante, puesto que las cosas están especialmente mal para el teatro, a pesar de que hemos tenido una pequeña alegría en relación a las ayudas, pero para los dramaturgos la situación es complicada. Esta ayuda es una garantía de poder terminar un proyecto especialmente complicado, porque se sale de lo convencional.

Es una obra pensada para un actor y cinco asistentes virtuales de internet de empresas como Ikea, Bankia o Renfe, que han tenido algún punto negro en su trayectoria. Es una historia con una parte dramática y narrativa, pero se desarrolla respetando las respuestas reales de estos programas informáticos, que tienen una simplísima inteligencia artificial y están destinados a satisfacer a los consumidores. La idea es buscar dentro de esta interacción una cierta poética, además de darle una utilidad funcional a estas empresas.

En principio, tranquilidad para trabajar, en forma del espacio económico, físico y mental adecuado para dedicarle tiempo a un proyecto que necesita muchas horas de trabajo e investigación. Habitualmente trabajo con este tipo de elementos, con imagen o con vídeo introducido en el texto, de modo que suelen hacer que estén hechos para leer en el ordenador. En mi caso, este programa no sólo me ayudará a potenciar el texto, sino también algunas partes más de la pieza, como los enlaces a internet, de modo que este texto perviva tanto en el escenario como en las manos de un lector. No obstante, me gustaría llevar a cabo el montaje, porque parece un proyecto que no será muy caro.

Es un proyecto relacionado con el arte urbano, del que requiere una amplia investigación en este ámbito. Es una excusa para hablar de la creciente y reciente emigración de la juventud española a lugares como Berlín, que respiran un cierto aire de libertad y de tranquilidad económica respecto a la situación en España. Es una historia ubicada en ese mundo, que cuenta con un amplio número de vídeos e imágenes que complementan al texto dramatúrgico.

Te puede interesar