SENDAS Y NATURALEZA

Entre el Couto Mixto y la Serra da Pena

Couto Mixto
photo_camera La Serra da Pena, dentro del sistema del Gerês-Xurés, es abundante en estas curiosas formas graníticas.

​Un recorrido que parte del Couto Mixto, y que discurre entre el valle del Salas, poco antes de ser devorado por las aguas de un embalse, y por las montañas del Xurés-Gerês. 

Voy a tomar como referencia una excursión multitudinaria de Corredoira con todos los personajes participantes por el Couto Mixto, los montes fronterizos próximos y el castro de Paradela. Muchos de aquella época han dejado de caminar, algunos por imperativos de la edad, otros porque ya se descolgaron de la asociación. Me permito reproducir sus nombres tal cual en uno de esos que yo intitulaba "Cronicuchos montaraces del Chivo" hacía en cada excursión en castellano cervantino y aun con léxico del casi nacimiento del castellano como lengua romance. Empezaba a correr el siglo XXI.

La marcha se puede hacer hoy en día porque pistas, caminos, corredoiras, senderos están practicables. Discurre entre el valle del Salas poco antes de ser devorado por las embalsadas aguas de una presa y por las montañas de la sierra del Xurés-Gerês. 


Desde Rubiás al Cabeço de Monteagudo


Salida de Rubiás, una de las tres aldeas que componen el Couto Mixto con Santiago y Meaus, para emprenderla hacia el suroeste por térrea pista y como la marcha lleva cierta lentitud, Vidal García y Paco Outeiriño a tan vivo paso que se nos pierden a pesar de los atentos ojos de una cincuentena de montañeros, y ya no se les volvería a ver en todo el día. Mientras, el Teixeira Antón tiraba de la gente, él a pierna descubierta y bazos de la misma guisa, a pesar del mes de enero. Chema Carnoto anda fluctuando entre la cabeza, mientras Javier López, de hombre escoba para impedir pérdidas mientras se subía pista arriba por estas boscosas laderas de la sierra da Pena y yo de conversa con Fina, de la que recuerdo su paso por las pistas de Oira. Retales níveos y espesor de hasta 10 centímetros en algunos tramos a nuestro paso por a Veigados Cousos con las hermanas Montse y Mónica, opositoras a la sazón con su amiga Lucía, y el otrora joven Xoan Lourenzo, que ogaño revertido en presidente de la asociación caminera, que dejado había sus sacrosantas sandalias por botas. Por esta parte aun recuerdan varios vecinos cómo se estrellaría un bombardero británico que participaba en la II Guerra Mundial, De resultas, la docena de tripulantes muertos que allí enterrados en aquellas aldeas de Vilar y Vilariño y luego reclamados por sus deudos, cuatro años después. Esto sucedía en el llamado Cabeço de Monteagudo, en la frontera línea, que desde allí el placentero descenso viendo al fondo las aldeas de Vilar, y pegada a la fronteriza línea la de Vilariño cuando con el asegurador Rogerio y el telefónico ingeniero José Mª , juntamente con Javier y los hermanos Tobvr el consenso hubo de parada en pradería de cierto secado parael campestre xantar, porque si arriba por los 1.300 metros, retales de nieve, aquí por la cota entre 900 y 800 ya ni retales; con la radióloga Villamil, un cubano agregado al grupo, con Marisa, Sabela, el entusiasta Xocas Dacunha e Isaac, que eran de los fijos en todas las marchas por aquella época y ahora muchos metidos a circunstanciales guías de A Corredoira, en la que por entonces el Usero Antonio, habitual, con Xosé Carlos Salgado con Cimadevila e Felisa.


Vilar-Vilariño


Asentados en el ladeado "lameiro" por más de media hora de xantares campestres y ofertas a postres, un poco antes de tomarla hacia Randín, por un camino paralelo al regato de Barxa con una serie de molinos en desuso como el Barxa, Rebumbo, Barxela, A Cota, poco antes de entrar en Randín; desde esta aldea de mucha vida entonces había que seguir hacia el norte, via Calvos, para al pasar el rio Salas tomar a derecha una pista que te lleva a Paradela, aldea de escasa habitación, que no a un tiro de piedra precisamente, tiene el Castro del siglo  IV ó III de nuestra era, que inexcavado llama la atención por su singular posición, y como a quince minutos, un camino te lleva al lugar de salida, atravesado el Salas.

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