PLENO DEL CONCELLO

La abstención de DO permite al PP ganar todas las mociones en el pleno

La discusión en torno a la propuesta de la Xunta para ubicar la estación de autobuses junto al Empalme centró los debates 

Nuevo escenario para el plenario municipal. Y parece que no será algo temporal, que no tendrá que ver con los disfraces que en esa misma mañana de viernes se estaban preparando ante el aluvión carnavalesco. Democracia Ourensana (DO) cumplió su 'amenaza' de abstenerse sistemáticamente en las votaciones no vinculantes, e hizo visible por primera vez su reivindicación contra lo que su portavoz, Gonzalo Pérez Jácome, volvió a tachar de "desprecio a la Corporación y a los recursos públicos que se destinan a ella", al entender que el gobierno local popular no da cumplimiento a las mociones que no son de su gusto.

Con la sombra presente del pleno extraordinario del próximo lunes 
–donde Jácome y sus compañeros de grupo necesitan el apoyo del PSdeG para reprobar al alcalde, Jesús Vázquez–, y mirando la estrategia reivindicativa de DO hacia una posible moción de censura para derrocar al gobierno minoritario, lo que sí fue seguro es que la abstención masiva de la fuerza mayoritaria de la oposición tuvo impacto colateral en los resultados de las votaciones, siendo el PP el gran beneficiado.

En una sesión breve, en comparación con lo que suele suceder cada primer viernes de mes, este contexto permitió a los populares salir airosos de una incómoda moción socialista que obligaría al Concello a instar a la Xunta a paralizar la licitación del proyecto de construcción de una estación de autobuses adosada a la ferroviaria Empalme. Ante las ocho abstenciones de DO, los 10 ediles del PP lograron la mayoría necesaria para aprobar en su lugar una enmienda a través de la que el Concello buscará que la Xunta y el Ministerio de Fomento firmen un convenio a tres bandas para asegurar que el proyecto de estación de autobuses se integre en la futura estación del AVE y se garantice la intermodalidad de este conjunto.

Y en efecto, el PP salió airoso. Los tres grupos de la oposición, DO incluido, habían hecho visible durante el debate su coincidencia de criterios con la propuesta del PSdeG, sustentada en un desacuerdo con el proyecto de la Xunta que José Ángel Vázquez Barquero (PSdeG) identificó como "inversión irracional e ineficiente", parafraseando un informe del Colegio de Arquitectos al respecto.

La oposición orientó sus críticas hacia lo que considera una renuncia a la intermodalidad para la ciudad. "Ni ustedes, ni la Xunta, ni Adif, ni Fomento tienen proyecto de estación intermodal", reprochó Barquero. Jácome indicó que "no podemos aceptar esta chapuza de la Xunta, porque hipoteca un proyecto como la intermodal que es determinante para Ourense"; mientras Martiño Xosé Vázquez Mato (Ourense en Común) tildó de "chiste" el proyecto, defendiendo que no existirá una gran diferencia en los tiempos de desplazamiento desde la estación Empalme tanto al actual como al nuevo apeadero de buses. "A intermodal permitiría suturar un problema histórico cos barrios de A Ponte e O Vinteún; o resto non serán máis ca parches", añadió Vázquez Mato.

El edil de Urbanismo, José Cudeiro, defendió la nueva ubicación de la estación de autobuses, apuntando que el concepto de intermodalidad "no implica obligatoriamente que el intercambio de pasajeros deba hacerse en vertical, sino que puede ser en horizontal". Cudeiro desmintió las críticas de Vázquez Mato sobre los tiempos medios de desplazamiento, asegurando que el traslado en el proyecto de estación intermodal previsto en su momento "era de cinco o seis minutos, es decir, el mismo promedio que se prevé hasta esta nueva estación de autobuses".

El concejal de Urbanismo explicó que en el actual proceso de implantación de la alta velocidad en Ourense influyó en gran medida "la escasez en algunos momentos de recursos económicos". Recalcando el compromiso del Gobierno central por mantener los plazos para la llegada del AVE en 2018, Cudeiro explicó que la estación intermodal "es un proyecto de coste inasumible –92 millones de euros– que debe ser sustituido por otro que, manteniendo la misma filosofía, calidad y función, sea más económico y ejecutable".

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