LA CRISIS EN OURENSE

Cruz Roja tuvo que duplicar su apoyo a familias con personas dependientes

photo_camera Voluntaria de Cruz Roja muestra material que presta a dependientes.

El envejecimiento y la falta de ayudas disparan la demanda, que ahora es de 144 usuarios cuando en el año 2012 eran 59. 

El servicio de apoyo temporal a familias con personas mayores dependientes a su cargo se ha duplicado en el último año en Ourense, pasando de las 59 familias atendidas en el 2012 a las 109 registradas el pasado año -a la espera de cerrar definitivamente el balance del 2013 de este servicio-. También ha aumentado el número de voluntarios, que han pasado de los 46 del 2012 a los 56 que participaron durante el pasado ejercicio.

Este servicio de Cruz Roja es gratuito y está destinado a personas que adquieren el rol de cuidador principal de una persona dependiente (padres o familiares cercanos con problemas derivados de la edad, alzhéimer, etcétera) careciendo de conocimientos previos y a los que la organización ofrece un espacio de descanso y respiro, además de formación y apoyo.

En este sentido son especialmente importantes las charlas formativas, préstamo de productos de apoyo, primeros auxilios, el alzheimer, procesos de duelo o control de estrés.

Son servicios y charlas explicativas que Margarita Vispo, una vecina de Ourense que desde hace cinco años tiene a su cargo a su madre, enferma de alzhéimer, considera "muy importantes", especialmente "el programa de respiro familiar". Margarita Vispo cuenta con una voluntaria "que viene dos días a la semana, dos horas y media, y eso me permite desintoxicar un poco". Además, esta usuaria del servicio destaca que "la chica que viene tiene a mi madre activa, haciendo cuentas, pintando, realizando ejercicios de memoria".

Vispo ha acudido también a varios cursillos "sobre el alzhéimer", una enfermedad cuyos detalles desconocía, pero que requiere que "quien esté a cargo, lo haga las 24 horas del día, porque son enfermos que regresan a la infancia y tienen continuos cambios de humor".

Las familias con personas mayores dependientes irán creciendo en los próximos años, según todas las previsiones. En este momento, el 22% de las personas censadas en la provincia de Ourense es mayor de 65 años, y un 9% tiene más de 80 años. Según los datos del Instituto Galego de Estadística, el 22,83% de los hogares ourensanos tienen una persona mayor de 75 años.

También según el Instituto Nacional de Estadística, los cuidadores dedican al día una media de ocho horas, o más, al cuidado de una persona dependiente -datos recogidos por Cruz Roja-. El principal esfuerzo se lo lleva el vestir, desvestir, asear o duchar a la persona y le siguen hacer la comida, la compra y limpieza del hogar.

Los problemas de salud que más comúnmente repercuten en los cuidadores son el cansancio físico, percepción del propio deterioro de la salud y la depresión -en un alto porcentaje es necesario recibir tratamiento para poder sobrellevarla-. El 64% por ciento de cuidadores asegura haber reducido su vida de ocio.

“La necesidad del servicio aumentará con los años”

Natividad Álvarez es la responsable del programa de apoyo temporal a familias con personas mayores a su cargo, en el que se trabaja con gente que, "sin ser profesionales, tienen que asumir esta labor, lo que les provoca ansiedad e incluso depresión en algunos casos". Dentro de este programa, "procuramos formarlos para que desarrollen lo mejor posible su tarea", además de aportar "grupos de apoyo, que se reúnen una vez al mes para que estas personas puedan liberarse de esa sobrecarga emocional que tienen y que no quieren soltar delante de sus hijos, en casa", explica Natividad Álvarez.

La responsable del servicio señala que "es gratuito porque hay gente en este momento de crisis que no tiene dinero para pagar a una persona que se ocupe de esos familiares mayores y aquí les ofrecemos un desahogo a la hora de asumir esas tareas"; además de formación, siendo los cursos más demandados "los de control de la ansiedad y el estrés, sobre todo cuando el dependiente tiene alzhéimer", señala Álvarez.

Especialmente importante en este programa es el papel del voluntariado. "La verdad es que cuesta más que en otros programas contar con voluntarios, porque requiere que dediquen mucho tiempo pero, además, hemos comprobado que es un servicio muy gratificante, que engancha, porque los voluntarios ven lo necesario que es y lo agradecido que queda el usuario", asegura Natividad Álvarez.

Desde Cruz Roja apuntan que la población mayor dependiente "irá en aumento los próximos años"; de hecho "este año 2014 tenemos una previsión de familias atendidas de alrededor de 150, y a día de hoy ya registramos 114 usuarios en los meses de enero y febrero", afirma la responsable de este servicio que lleva funcionando "alrededor de seis años", aunque ha sido en los dos últimos "cuando han aumentado notablemente sus usuarios"

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