REPORTAJE

Al cuarto año, el santuario resucitó

Como las cenizas del ave Fénix, el santuario de Os Remedios abre sus puertas la próxima semana después de calcinarse en un incendio traumático para la ciudad. Repasamos la cronología de la "resurrección"

Alas 6:45 horas del 28 de julio de 2010, un joven que regresaba de la termas dio la voz de alarma: ardía la capilla de Os Remedios. La imagen de la Virgen, dos retablos del siglo XVI y seis cuadros eran pasto de las llamas, entre otros objetos de un templo que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1961, al mismo tiempo que el Puente Romano.

La capilla, que en adelante pasará a tener categoría de santuario, era propiedad de los herederos de Francisco Fernández Montoto, un juez y procurador general por Ourense en el siglo XVI. Los trabajos de desescombro los realizó el Concello. Una tarea cuyo coste ascendió a 45.000 euros y que se le ha imputado a los antiguos propietarios, después de que cedieran la propiedad al Obispado en enero de 2013.

Tras un intento de la Iglesia de abrir al culto la capilla ese mismo año, el 18 de noviembre de 2013, el Concello, la Diputación provincial, la Consellería de Cultura y el Obispado firmaron un convenio para iniciar la primera fase de rehabilitación del edificio. En total, se destinó un fondo conjunto de 387.000 euros para sufragar las obras y la dirección facultativa de los trabajos. Todas las instituciones aportaron 100.00 euros al presupuesto, excepto la Xunta, con 87.000.

El proyecto básico de rehabilitación emitido por la Dirección Xeral de Patrimonio incluyó la demolición de la cubierta y la estructura del presbiterio, la renovación de la misma con madera de roble, una nueva bóveda interior con tablas de pino gallego, la limpieza de las fábricas afectadas por los incendios, la carpintería exterior y una nueva instalación eléctrica.

El elegido para plasmarlo todo en los planos fue el arquitecto Alfonso de la Rúa, con sus compañeros Juan Aragonés y Pablo Álvarez. De la Rúa explica que la restauración consistió en "sustentar la cubierta en los muros exteriores y en los altísimos pilares de cantería que dividen la nave en tres" y sostiene que esta disposición "la hace singular en Ourense". Admite que lo más importante ha sido "valorar el espacio interior del templo y rescatar esa tranquilidad de las alteraciones que hay en el exterior".

Respecto al encargo, cuenta que "lo primero que sentimos fue una gran responsabilidad que fue en aumento cuando muchas personas se acercaban con respeto y miraban hacia el interior, en silencio".

Más de cuatro años de escombros y andamios han pasado hasta volver a anunciar una nueva Novena de Nuestra Señora de los Remedios. El Obispado encargó una imagen de la Virgen idéntica a otra expuesta en la Iglesia de Salesianos, de donde partirá el simbólico traslado el próximo día 29, a las 19:30 horas.

No obstante en el seno del edificio también se realizarán otro tipo de actividades no relacionadas con el culto. Así lo confirma la concelleira de Cultura, Ana Garrido: "Nós pensamos que a capela é un ben que ten que abrirse á sociedade porque contribuimos todos os ourensáns. É un lugar referente que forma parte da Historia de Ourense". También defiende la actuación del gobierno local a este respecto y que, en su momento, había cosechado las críticas de sus exsocios del BNG: "Fixemos os deberes ben feitos, tiramos dende o principio, era a nosa responsabilidade facelo e animamos a outras administracións. Ademáis, contribuimos cunha partida importantísima que puxemos a disposición dos cidadáns".

En menos de una semana, el ruido de las obras mutará por el silencio litúrgico a los pies del Miño.

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