INCENDIO

Un incendio con cuatro focos amenazó a viviendas de Cudeiro

photo_camera Un vecino de Cudeiro, con un cubo, intenta apagar el fuego que ayer se acercó peligrosamente a varias viviendas en distintas localidades de la zona.

Una familia fue desalojada por el fuego que quedó estabilizado a última hora de la noche tras calcinar 35 hectáreas

Los incendios volvieron a castigar ayer a la provincia en dos de los puntos más sensibles este verano: el entorno de la ciudad y la zona oriental del Macizo. En Ourense, el fuego se declaró casi simultáneamente en las dos márgenes del Miño. Esta vez los focos en la zona de Velle -al menos dos, en San Mamede y en Quintela, ninguno de ellos registrado en las estadísticas de Medio Rural pese a que participaron en la extinción equipos del Seaga- fueron los más leves. El incendio más grave se desató en Cudeiro, carretera arriba, sobre las cuatro de la tarde. Según el relato de la Policía Local, hubo dos focos: uno a la entrada de Cudeiro y otro más arriba, junto a la Ermita de San Marcos. Según el relato de los vecinos, el fuego se extendió desde Valdorregueiro hasta Sartédigos empujado por el viento sur. Amenazó a viviendas en el flanco este. A las 17,00 se activó el nivel 2 de alerta por proximidad a viviendas y se produjo el desalojo de una casa de la Rúa da Lagoa, junto a la OU-150, y un establo. A esa hora la Policía y la Guardia Civil ya habían cortado la carretera, y se registraron dos nuevos focos: en Camiño dos Gañas y en Costoira. A las 21,00 empezaron a retirarse los medios aéreos (dos helicópteros y nueve aviones) y se reabrió al tráfico la carretera, pero en el monte seguía el incendio (se dio por estabilizado a las 22.45 horas) y el trabajo de las brigadas. Anoche, la última estimación oficial refería una superficie de 35 hectáreas quemadas.

Hubo otro incendio en el término municipal de Coles, en Santa María de Albán, apenas un conato.

En el oriente de la provincia hubo al menos cinco incendios. Tres en Viana do Bolo, en Pradocabalos se daban por perdidas al cierre de esta edición 180 hectáreas; 70 más en Pexeiros y quedaba por cuantificar la superficie afectada en Bouza. El alcalde, Secundino Fernández, explicaba que los incendios se produjeron en tres puntos junto a la OU-533. Ardieron una casa deshabitada y otra, también abandonada, sufrió daños. En Bouza y en O Castro el fuego se aproximó a las viviendas y a naves agrícolas. Se perdieron castaños, pinares y fincas de pastos.

En Manzaneda, se registró el mayor fuego del día. Afectó a 250 hectáreas de Red Natura en la parroquia de Cernado. El alcalde, David Rodríguez, advirtió a media tarde desde la zona que se había tratado primero de evitar que el fuego alcanzase a las poblaciones de Vidueira y Reigada. También se declaró un fuego en A Gudiña, en la parroquia de Canizo, en el linde con Viana do Bolo. Empezó a las 13,56, casi a la misma hora que los de Pexeiros y Pradocabalos. Se quemaron 6,9 hectáreas. En San Xoán de Río también se produjo una alerta.

En O Barco, durante las labores de extinción de un incendio que se declaró pasadas las cuatro de la tarde en Santigoso, en la proximidades de O Barco, tuvo que ser evacuado un brigadista por inhalación de humo. El hombre permanecía anoche en observación en el Hospital de O Barco, pero fuera de peligro. En el incendio, que continuaba activo al cierre, se perdieron 12 hectáreas. Los cuatro grandes fuegos (en Ourense, Viana y Manzaneda) del día continuaban también activos anoche. 

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