Lumes

La demanda de empresas de desbroce se dispara a días de que termine el plazo impuesto por la Xunta

Particulares, comunidades de montes y agentes forestales coinciden con la Fegamp en que es "imposible" tener limpias las fincas el 31 de mayo

La demanda de empresas que realizan trabajos forestales en Galicia, entre ellos de desbroce de fincas y talas, se ha disparado en las últimas semanas, a escasos días de que, el próximo 31 de mayo, termine el plazo para que estén limpias las denominadas franjas de seguridad de 50 metros en torno a núcleos urbanos y edificaciones aisladas.

Varios responsables de pequeñas empresas dan cuenta de este crecimiento de la demanda, que en algunos casos es de más del doble que la recibida por estas fechas el año pasado, y que todos ellos atribuyen a la obligación legal y a una mayor "concienciación" por parte de particulares y comunidades de montes.

Sin embargo, otras compañías detectan simplemente un "murmullo" y un aumento de las solicitudes de presupuesto, pero no tanto una mayor concreción en la ejecución de desbroces y talas.

A este respecto, comunidades de montes denuncian "una confusión tremenda" y, como ya advirtió el presidente de la Fegamp la semana pasada, ven "imposible" tener lista toda esta labor la semana que viene, el jueves 31, cuando expira el plazo.

Lo mismo opinan particulares, la totalidad de los encargados de compañías de trabajos forestales consultados y hasta los agentes forestales y medioambientales de Galicia, que este mismo jueves salieron a las calles a manifestarse por unas mejores condiciones laborales, al asegurar que la Administración vincula con el control de estas franjas una propuesta de incremento de sus horas de trabajo.


"Imposible atender a toda la demanda"


La limpieza de fincas es una tarea que en la comunidad gallega asumen habitualmente los propietarios o que, en todo caso, se computa como economía sumergida al pagar el dueño a un conocido o al recurrir a uno de los muchos anuncios que es fácil encontrar, por ejemplo, a través de portales web como milanuncios.

Esta realidad la conocen los que están al frente de empresas de trabajos forestales, como Javier Couto, encargado de Desbroces Lamas, en Vedra (A Coruña).

Con todo, Couto asegura que su compañía se encuentra "al 200%" ya que "no se da hecho" ante la elevada demanda de rozas, "imposible de atender". En su caso, contrató a tres personas más y la plantilla asciende ahora a 11 personas. "Y no tengo a más porque no encontramos gente", afirma.

Calcula que el aumento del volumen de negocio en estas fechas con respecto a 2017 ha sido del entorno de un 80%. "Empezó hace un mes, parece que la gente esperó al último día y ahora que empezaron a llegar las notificaciones es cuando se preocupa", explica.

El precio por limpiar una finca es muy variable (la media oscila entre los 8 y los 10 céntimos por metro cuadrado) y depende ya no solo del tamaño sino de la vegetación existente y de la posibilidad de acceder a ella con maquinaria.

Desbroces Lamas actúa en la provincia de A Coruña pero también en la de Pontevedra, sobre todo centrado en la comarca de Santiago. Si "lo normal" en otras épocas del año es "hacer dos o tres servicios" al día, en estos momentos está asumiendo unos 10 o 15, según indica su encargado.


"Estamos desbordados"


Quien también se siente "desbordado" ante el aluvión de peticiones es José Antonio Rivas, O Portela, responsable de una pequeña empresa agroforestal que desarrolla sus trabajos en la zona de Ourense.

Lleva un mes "notando más demanda" tanto de corta de pinos como de desbroce. "Estamos desbordados", destaca, antes de señalar que también recibe estos días la llamada de autónomos para ver si les puede "echar una mano".

Para dar una idea de cuál es la situación, Rivas apunta que le están "regalando" el pino, puesto que otras personas que, como él, se dedican a la tala de fincas, "no dan a basto" y como saben que también vende la madera para leña o aserraderos, se la ceden.

Junto a él cuenta con un empleado y un autónomo que maneja el tractor. "Estamos empezando en un montón de fincas porque una vez que empiezas el plazo se prolonga; la idea es quitar lo más próximo a las viviendas", expone.

Con una carga de 10 o 12 montes para cortar (tala de pinos la mayoría), afirma que para las fincas ni lleva la cuenta, de tantas que son, y estima que "por lo menos" tiene para dos meses y medio "ocupado", "más los desbroces" y después la venta de la madera. "Estoy haciendo 10-12 horas diarias", resume.


"Un pequeño murmullo"


Para José Manuel Touceda, gerente de Emdesfor, ubicada en Barro (Pontevedra), también es "totalmente imposible atender la demanda" para quitar "tremenda" cantidad de biomasa que implica tener limpias todas las franjas de seguridad de Galicia.

Aunque sí observa que se está "limpiando más" y que la gente está "inquieta", con un "murmullo" sobre si habrá o no sanciones, este empresario (atiende a particulares pero también a empresas y comunidades de montes) dice tener "el mismo" trabajo que hace un año.

"Algún ayuntamiento llamó para hacer una tala cerca de una casa, pero fueron dos pinos puntuales", añade. Por lo demás, en el área del centro de la provincia pontevedresa, entiende que hay "tranquilidad absoluta" y que "a lo mejor a partir del 31 de mayo" los vecinos sí empiezan a actuar.


"Hasta que lleguen las multas"


Miguel Fernández, de Corbelim, en Castro de Rei (Lugo), también cree que "hasta que lleguen las multas" no va a haber un verdadero movimiento para combatir los incendios forestales.

"Llaman mucho para pedir presupuesto, eso sí que lo noté", comenta, antes de alertar que, aún así, "la gente todavía no tomó mucha conciencia" sobre esta problemática, pese a la ola de incendios del pasado octubre, que cercó numerosas viviendas y hasta núcleos de población.

A su juicio, "falta muchísimo" por hacer y también por parte de los municipios, que "como son votos en contra, no se meten". En este punto difiere con el resto de empresarios consultados, que valoran que ha habido "muchas charlas informativas" para trasladar las obligaciones que la ley fija desde 2007 pero que desde este año la Xunta trata de hacer cumplir con mayor ahínco.


"Mayor y mejor disposición"


De hecho, fuentes de la Consellería de Medio Rural indican que están percibiendo "una mayor y mejor disposición por parte de los propietarios forestales".

"Consideramos que las últimas reformas legales introducidas para fomentar y facilitar estas labores, junto a las medidas de divulgación y concienciación, están dando sus frutos", resalta el departamento.

En este escenario, los agentes forestales y medioambientales (tanto los sindicatos como la asociación profesional) inciden en que la norma, que les otorga funciones de control e información de las franjas, viene de lejos (más de 10 años).

Ponen el foco, en este sentido, en la problemática de las fincas cuyo dueño no es conocido, puesto que para esos supuestos la Xunta ha habilitado la posibilidad de expropiación. Para eso es precisa una tarea administrativa (de apertura de expedientes) para la que los ayuntamientos aseguran no tener medios.

Desde otro punto de vista, el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes, Xose Alfredo Pereira, lamenta la "confusión tremenda" que supuso "la modificación del modificado del modificado", toda vez que el actual Gobierno cambió la ley de incendios en varias ocasiones y eso implica "un desbarajuste".

De las 140 comunidades que engloba esta asociación, en Pontevedra y la comarca de O Barbanza, afirma que "todas están a ello", con diferentes grado en cuanto a la limpieza efectiva de los montes. Algunas tienen personal cualificado para hacer estas tareas y otras contratan a empresas.

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