Su mujer denunció que quedó en cerrar el bar y ya no regresó a casa, faltando una bolsa con monedas
La Policía Judicial de Ourense ha abierto una investigación para determinar qué le ocurrió al hostelero José Antonio Álvarez López (50 años) en la noche del martes 25 de agosto, momento en el que se le pierde la pista. Su mujer, quien denunció su desaparición el jueves, aunque ya comunicó a la policía los hechos al día siguiente, sospecha que algo malo le ocurrió.
Álvarez López, que regenta el bar "Posío 90" en la calle Xosé Ramón Fernández Oxea, es un hombre de rutinas, explicó la mujer. La relevó a las tres de la tarde de aquel martes y ya no supo nada más de él. "Siempre cerramos el bar a las 23,30 horas y por eso al ver que no llegaba a casa le envié un WhatsApp a las 00,36, pero, aunque me dio como visto -con doble check- no me contestó", relata María. Esa misma noche, sobre la una y media de la madrugada, acudió ella al Jardín de O Posío para ver si su marido seguía en el bar. Pero el local estaba con la persiana bajada y la alarma puesta. Ahora bien, el hostelero no lo había limpiado, tal como solía hacer tras el cierre.
Asimismo, faltaba del bar una bolsa con monedas que ella misma había visto ese día detrás de la caja registradora. "No sé si era dinero del banco para el cambio o monedas de las máquinas tragaperras", explica.
La denunciante regresó a la cafetería a las 06.30 horas de la mañana del miércoles, pero todo seguía igual. Sin rastro de su esposo.
La policía creyó durante los primeros días que se trataba de una ausencia voluntaria de horas, pero esta hipótesis perdió fuerza al ver que, tras una semana, no regresó a casa. La hipótesis del suicidio parece a priori descartada en tanto que José Antonio Álvarez no estaba bajo de ánimo ni a tratamiento médico.
Según su mujer, el único dato anómalo es el comentario que el desaparecido le dijo a un clienta ese martes: "Yo hoy voy a perderme". Sin más explicaciones.
Asimismo, este último fin de semana fue denunciada otra desaparición en la ciudad, la de un octogenario de etnia gitana, quien, según fuentes policiales, estaba aquejado de varias enfermedades.
