OPERACIÓN ZAMBURIÑA

La detención de los dos policías por el robo de armas no sorprendió a sus superiores

<p></p>
photo_camera Agentes policiales durante el registro de la vivienda de Bernado D.L., en la que reside con su madre.

Valcárcel, comisario al estallar el caso, dice que está en la línea de investigación seguida desde el inicio 

La detención de los dos inspectores del Cuerpo Nacional de Policía, los hermanos gemelos Roi y Bernardo D.L., al estar presuntamente vinculados con el robo de armamento y la muerte del agente Celso Blanco en su despacho en la Comisaría de Ourense, no sorprendió al que entonces era su superior, el comisario Amable Valcárcel. "Es la línea de investigación que se seguía desde un principio, no la que nos marcaron otros", aseguró el ahora excomisario -está jubilado- en clara referencia a las pesquisas que llevaron a cabo y propusieron los agentes del departamento de Asuntos Internos.

Amable Valcárcel felicitó a los policías que investigan el caso por el trabajo realizado durante este tiempo, aunque se mostró dolido por los acontecimientos. "Están siendo días muy tristes por ser policías, compañeros, pero también siento alivio porque se resuelva de una vez por todas el asunto", comentó, puntualizando que tenía buena relación tanto con los dos agentes que fueron arrestados como con el fallecido, "aunque hay cosas que me sorprendieron, me dejaron descolocado", añadió.

Su antecesor en el cargo, Ángel Barrera, también se muestra satisfecho con que se aclare la desaparición de las armas y el fallecimiento de Celso Blanco, que oficialmente ha sido atribuido a un suicidio. "Los tres tenían una buena relación. Hacían deporte y actividades juntos, eran muy amigos", recordó, puntualizando que no está sorprendido con la detención, "aunque hay que mantener la presunción de inocencia. Y lo que pido es que se aclare el asunto, que no se siembren dudas", añadió.

El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, también apeló a la presunción de inocencia y a que el caso de la Comisaría "se resuelva y cierre para el beneficio de todos", señaló, declinando pronunciarse sobre la detención y ofrecer detalles de la investigación, apelando que las pesquisas está bajo secreto de sumario.

El agente fallecido envió correos a sus compañeros autoinculpándose en el hurto de las armas -tres aparecieron en su despacho- y pidiendo perdón por el daño que había hecho a sus compañeros incriminándoles a través del envío de un anónimo. 

Te puede interesar