La Guardia Civil registró el matadero y una chacinería dentro de una operación que afecta a otras 15 provincias españolas
Dos personas fueron detenidas en Trives y otras dos prestaron declaración en calidad de investigados ante la Guardia Civil por presuntamente comercializar carne de caballo en malas condiciones e incluso distribuirla como si fuera de vacuno para elaborar embutidos y hamburguesas, entre otros productos cárnicos. Los cuatro imputados en la "operación Gazel" están ligados a la empresa que gestiona el matadero de la Mancomunidad Municipal Navea Bibei.
Las detenciones fueron practicadas por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) dentro de una macrooperación que afecta a otras 15 provincias españolas, en las que, según pudo saber este periódico, fueron detenidas otras 20 personas.
La operación comenzó el pasado martes, coordinada por un juzgado de Ponferrada, con el registro de dos mataderos en la provincia de León, uno en Astorga y otro en Toreno (este último está integrado en la misma sociedad que gestiona el de Trives) después de que los agentes tuvieran conocimiento de que podrían estar sacrificando caballos viejos, enfermos y robados, cuyos propietarios los habían utilizado para competiciones y actividades de recreo sin que pasaran ningún tipo de control sanitario. La carne, según fuentes de la investigación, era derivada en su mayor parte para el consumo humano directo en Francia, Bélgica, Holanda, Rumanía e Italia y para hacer embutidos y otros derivados, integrándola en la cadena alimentaria como si fuera de vacuno ( tres veces más cara).
El sacrificio de los animales se camuflaba presuntamente entre el otros equinos que sí habían pasado los sucesivos controles sanitarios para colocar su carne en la cadena alimentaria. Entre los 20 detenidos fuera de Ourense figura un veterinario que fiscalizaba los sacrificios en uno de los mataderos registrados en la provincia leonesa.
La empresa de embutidos Trives Incar pertenece al grupo empresarial que gestiona el matadero de la localidad. La Guardia Civil también la registró y, según su responsable, que optó por el anonimato, no encontraron ninguna carne de caballo, porque solamente trabajan con cerdo y terneros.
El industrial desligó la actividad del matadero de la operación que tiene en marcha el Seprona, argumentando que los sacrificios de reses que se realizan en las instalaciones son a petición de particulares y en su mayoría terneros y cerdos. "Hay un veterinario de la Xunta que controla a los animales, que insisto son de particulares", apuntó el responsable de Trives Incar, puntualizando que tanto el matadero como la charcutería "continúan abiertas".
Documentación
Los agentes, según pudo saber este periódico, no intervinieron carne de caballo en malas condiciones durante los registros en las empresas pero si se apoderaron de documentos y facturas referente a las ventas de carne y sacrificios.
Una trama organizada y blanqueo de capitales
Los detenidos prestan declaración durante estos días en el Juzgado de Instrucción 4 de Ponferrada, que ya decretó para ocho el ingreso en prisión. Los agentes están llevando con mutismo las pesquisas, que están bajo secreto de sumario, lo que impidió conocer si los detenidos en Trives ingresaron en la cárcel. Todos ellos están investigados por delitos de pertenencia a banda organizada, blanqueo de capitales y falsedad documental.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) exigía ayer que se de toda información por parte de las distintas comunidades autónomas sobre la organización y la supuesta distribución de la carne de caballo al tiempo que reclamaba que fuera retirada de la cadena alimentaria.
Al mismo tiempo, en el resto de mataderos de la provincia y en varias carnicerías y charcuterías consultadas por este periódico aseguraban desconocer la operación del Seprona, al tiempo que puntualizaban que el consumo de carne de caballo en la provincia es mínimo. Insistieron en que pasan controles sanitarios prácticamente cada mes.
